Los Yago bonaerenses: unas 20 mil personas habrían caído en una estafa piramidal
Unos 20 mil habitantes de los 70 mil que tiene la ciudad de San Pedro están en alerta porque temen ser víctimas de unos estafadores que se hicieron pasar por inversores de criptomoneda. Ahora descubrieron que en un evento organizado por la supuesta compañía dos actores pagos fingieron ser los CEOs de dicha empresa.
Knight Consortium, una fundación de accionistas, mantiene en vilo al menos a unos 20 mil habitantes de la localidad bonaerense de San Pedro, que temen no volver a ver los miles de pesos y dólares que le han confiado a la empresa que supuestamente opera con criptomonedas. Aunque hasta el momento el dinero que depositaron en la firma les rinde en ganancias, porque todos reciben los intereses de sus inversiones, sospechan que podría tratarse de una estafa piramidal porque recientemente salió a la luz que en un evento dos actores pagos se hicieron pasar por los ejecutivos de la empresa.
Knight Consortium se presenta como una fundación compuesta por un grupo de accionistas que trabajan en el mercado de valores y capta a pequeños accionistas en todo el mundo. Pero, en los papeles, la firma no está registrada y no cuenta con ningún aval legal ni respaldo jurídico.
Las personas que los denunciaron contaron que invirtieron sus ahorros en "Rainbowex", una criptomoneda que prometía rendimientos en dólares.
La presunta estafa de Knight Consortium se difundió "de boca en boca". Así ganó promotores en San Pedro que luego consiguieron convencer a gran parte de su población de poner su dinero en la plataforma.
Los usuarios siempre están pendientes de sus ganancias a través de los mensajes que les envía por Telegram una mujer apodada "La China. Según indicaron los especialistas, la aplicación que les hacen bajar a sus teléfonos para seguir los movimientos de sus inversiones es trucha, porque no se descarga de las tiendas oficiales. Además aseguran que las criptomonedas Rainbowex ni siquiera existen.
Una de las condiciones que los participantes deben seguir es reclutar a nuevos usuarios. Según explicaron los entendidos en la materia, esa es una característica clásica en los esquemas de estafa Ponzi.
El caso de San Pedro, cuyo alcance aún no está determinado, trae a la memoria a Yago Escobar, el villamercedino que junto a otros tres socios está acusado de estafar a miles de personas de diferentes provincias.
Calculan que solo en su natal Villa Mercedes habría estafado a unas 30 personas. En 2022 fue denunciado por algunos de sus inversores villamercedinos que le confiaron sus ahorros en dólares, porque jamás les devolvió ese dinero. Sin embargo esas denuncias no prosperaron en la fiscalía.
Hace poco, en mayo pasado, las víctimas locales de Yago volvieron a saber de él cuando la Policía Federal lo detuvo en San Luis. No fue por las denuncias de 2022 sino por otras más recientes que habían asentado contra él y sus socios de Money Shelter, la falsa financiera con la que le prometió ganancias en dólares a miles de personas en la ciudad de Buenos Aires y otros puntos de la provincia bonaerense.
Estiman que solo Yago se habría apoderado de unos 6 millones de dólares. El joven trader está procesado por esa causa que radica en la capital argentina, pero sus víctimas de Villa Mercedes aún esperan que haya alguna novedad respecto a sus denuncias porque hay quienes lo perdieron todo.
El caso también recuerda al más famoso de todos estafadores de esquema Ponzi de la historia, el reconocido inversionista bursátil de Wall Street, asesor de inversiones y financiero Bernard Madoff. El fraude que ideó alcanzó unos 64.800 millones de dólares y el número de víctimas ascendió a unas 13.600. Entre los damnificados no solo hubo personas sino también poderosas entidades, como bancos internacionales y prestigiosas universidades. Hasta estrellas de Hollywood picaron el anzuelo del mayor estafador de Wall Street, como Kevin Bacon y John Malkovich.
En 2009 Madoff fue condenado a 150 años de prisión. Murió 12 años después, solo, tras las rejas, porque ningún familiar ni amigo quiso dirigirle otra vez la palabra.


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