La pobreza frente al clima
Los barrios marginales y los asentamientos informales requieren una transformación acelerada porque son los más expuestos a las inclemencias del cambio climático, expuso un informe del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos, conocido como (ONU) Hábitat.
El organismo dijo que casi ningún residente urbano quedará ileso, con miles de millones de personas sometidas a temperaturas más altas o expuestas a riesgos de inundaciones y otras amenazas. Los asentamientos informales y los barrios marginales, generalmente situados en zonas ambientalmente sensibles y carentes de infraestructura protectora, suelen ser los más afectados por los desastres relacionados con el clima o los fenómenos extremos.
Es reiterado en esta época que los eventos relacionados con el cambio climático afectan a las ciudades, tales como olas de calor e inundaciones, como las lluvias e inundaciones que acaban de verse en Valencia con al menos 218 muertos y cuantiosos daños materiales.
Si bien las medidas climáticas en las ciudades no están a la altura de los desafíos que enfrentan, quienes corren mayor riesgo son también aquellos que ya enfrentan desigualdades estructurales persistentes y crónicas. Las comunidades vulnerables están más expuestas al riesgo y también tienen menos probabilidades de recibir apoyo una vez que ocurre un choque.
La transformación acelerada de los barrios marginales y los asentamientos informales, así como la atención de las necesidades de los territorios más vulnerables de las ciudades, es por tanto una prioridad.
Las presiones de un crecimiento mal gestionado también han provocado una pérdida constante de espacios verdes en muchas zonas urbanas: la proporción media en las zonas urbanas de todo el mundo ha caído del 19,5% en 1990 a 13,9% en 2020.
Aún más preocupante es la evidencia de intervenciones climáticas que no han logrado proteger a las comunidades más vulnerables o han empeorado su situación.
Estos casos incluyen la “gentrificación verde”, cuando medidas beneficiosas como la creación de parques resultan en el desplazamiento de hogares pobres o aumentan los valores de las propiedades, dejándolas en la práctica fuera del alcance de los pobres.
A pesar de las complejas barreras que enfrentan las ciudades en medio de la creciente emergencia climática, el informe también destaca la importancia de ver las áreas urbanas no sólo como parte del problema, sino también como parte de la solución.
Con inversiones audaces y una buena planificación y diseño, las ciudades ofrecen inmensas oportunidades para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse a los efectos del cambio climático.
Cientos de ciudades están liderando el camino al expandir espacios verdes inclusivos, reducir las emisiones mediante una planificación y construcción inteligentes e invertir en energía renovable para alimentar servicios cívicos como las redes de transporte.
Un enfoque urbano más preciso permite avanzar en compromisos más ambiciosos y alinear la acción climática con objetivos de desarrollo más amplios, como la mejora de los servicios, la modernización de los asentamientos, la reducción de la pobreza y la salud pública.


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