La degradación de tierras es grave

Hasta 3.000 millones de personas sufren las consecuencias de unas tierras pobres y degradadas, el 40% de los suelos disponibles en el mundo, indicó la Conferencia sobre desertificación, sequía y recuperación de tierras.

El impacto de la degradación de las tierras aumentará los niveles de migración, estabilidad e inseguridad entre muchas comunidades.

La 16ª Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (COP16), ratificada por 195 Estados y la Unión Europea, debe discutir las últimas investigaciones y trazar un camino hacia un futuro sostenible del uso de la tierra.

Participan representantes de gobiernos, de organizaciones internacionales, del sector privado y de la sociedad civil.

Representa un momento decisivo para aumentar la ambición mundial y acelerar la acción en materia de resiliencia de la tierra y la sequía, a través de un enfoque centrado en las personas.

La desertificación o degradación de los suelos del 40% por ciento de las tierras del mundo significa que su productividad biológica o económica se redujo, con consecuencias nefastas para el clima, la biodiversidad y los medios de vida de las personas.

Un tema prioritario en la COP16, lo constituyen las sequías, pues son cada vez más frecuentes y graves, habiendo aumentado en 29% desde el año 2000, debido al cambio climático y a la gestión insostenible de la tierra.

Agricultores, madres y jóvenes afectados por las sequías, padecen el aumento de los precios de los alimentos, los recargos inesperados por la energía y la presión sobre sus comunidades. El costo de la degradación de la tierra se filtra en cada rincón de sus vidas.

La financiación de los esfuerzos requeridos se anticipa difícil y es poco probable que provenga únicamente del sector público. Las inversiones acumuladas deben alcanzar los 2,6 billones (millones de millones) de dólares para 2030. Eso es lo que el mundo gastó en defensa sólo en 2023.

La participación de las mujeres, jóvenes, pueblos originarios, pastores y comunidades locales en la toma de decisiones a todos los niveles, debe institucionalizarse.

El Atlas Mundial de la Sequía, recientemente publicado fue elaborado por unos 50 investigadores; muestra el agotamiento del agua en la Tierra y cómo influye en las luchas por su control, las diarreas o la higiene, especialmente en las mujeres.

Luego, en la agricultura, que requiere 70% del agua dulce del mundo y muestra cómo las alteraciones en los ciclos de lluvia afectan la supervivencia de los pequeños agricultores.

También afecta la potencia hidroeléctrica, principal fuente mundial de energía renovable y la navegación fluvial, interfiriendo en los 600.000 kilómetros de ríos, lagos y canales navegables del mundo.