"Micky" Rordriguez, exbajista de "Los Piojos", se presenta en San Luis

Si “Los Piojos” marcaron para siempre a una generación de rockeros que encontró en las canciones de la banda de El Palomar una vía de escape para los 90 y la primera década de los 2000, viene bien escuchar ahora, en tiempos política y económicamente similares, aquellos temas que describieron una época.

Algo de eso, con una instrumentación más modesta y sin la parafernalia de estadios de la que gozó la banda en su última etapa, propone Miguel “Micky” Rodríguez, bajista piojoso y único integrante del grupo que permaneció durante toda la existencia del conjunto con su líder, Andrés Ciro Martínez.

El show que mostrará este domingo en Casa Beta, de Lavalle 1521, se llama “Susversiones” y “consiste en una presentación de dúo set, bajo y guitarra, en el que tocamos acompañados por unas pistas producidas en conjunto con Nahuel Gordillo”, dijo “Micky”, hombre de canas jóvenes, a etc. Está previsto que el show comience temprano, aproximadamente a las 20, aunque las puertas se abrirán a las 19 y habrá una hora de DJ. Las entradas cuestan 3 mil pesos.

Rodríguez calificó el concierto en San Luis como “una recorrida por la obra de ‘Los Piojos’”, la banda que significó un enorme primer paso en su vida musical. El artista dijo tener un cariño especial por la provincia, a raíz de una temporada que pasó en El Trapiche y que marcó a fuego la historia de la agrupación.

“Un invierno de hace ya varios años, no recuerdo cuántos —comenzó el relato—, pero calculo que habrá sido 1989 o 1990, nos fuimos con toda la banda a una casa que los padres de Dani Buira (NdR: el primer baterista de “Los Piojos”) tenían cerca del río y nos pusimos a componer como locos”. De esa reunión, agregó “Micky”, surgió “Chac tu chac”, el histórico primer disco del grupo que tiene temas que luego serían clásicos como “Tan solo”, “Los mocosos” y “Cruel”.

El paisaje natural de El Trapiche tiene algunos puntos de coincidencia con la localidad en la que Rodríguez eligió vivir luego de su frenético paso por la que fue la banda más convocante del rock argentino. Ahora, el bajista vive en San Marcos Sierras, un bello y tranquilo pueblo cordobés.

Dice que la decisión le costó un poco respecto a su carrera, porque, “como dicen, Dios atiende en Buenos Aires, por lo que se nos dificulta un poco la promoción; pero elegí ese lugar para vivir porque gané en tranquilidad”. Desde ese pequeño confín serrano, Rodríguez impulsa su proyecto “La que faltaba”.

“Seguimos trabajando mucho con el grupo; es un proyecto al que quiero mucho. Tenemos una presentación la semana que viene en Córdoba y nuestro plan es seguir tocando y produciendo canciones nuevas”, sostuvo el músico, quien anheló poder tocar pronto en San Luis con esa formación.

Sobre la situación política y cultural del país, el bajista fue escueto para la respuesta, pero contundente con su contenido: “Creo que se están viviendo momentos difíciles y el arte no escapa a esa realidad”, dijo.

Redacción/MGE