La soledad del referí
Mauricio Dayub regaló con su unipersonal una obra sensible, emotiva y trascendente con todos los recursos teatrales posibles.
En medio del pantano, Mauricio Dayub consigue con "El equilibrista" que una flor -firme, aromática- asome con la hermosura que suele traer la esperanza. La obra que presentó el sábado a la noche en el Cine Teatro San Luis es un grito de belleza, emoción y dulzura ante el agobio de la realidad.
Con todos los recursos teatrales imaginables, Dayub, solo y durante más de una hora y media, toma de la mano al espectador y lo lleva cariñosamente, sin ningún tipo de forcejeo, hacia una historia que podría ser la de cualquier hijo de inmigrante italiano. Parte de la magia del teatro consiste en creer que es la suya.
Esa fascinación que tiene el arte es traccionada por el innegable talento del actor, capaz de cambiar de personaje en el mismo parlamento, mientras se cambia la ropa y acomoda la escenografía.
En ese recorrido muestra a su padre, un resentido rematador de arte; algunos tíos -un árbitro de fútbol, un bañero que muere ahogado el día en que se jubilaba- y, fundamentalmente, a su abuela, una italiana que tras los pasos de su enamorado se escapó de su pueblo portuario para instalarse en Argentina.
El drama, la tragedia, la comedia, el grotesco y el teatro de sombras se mezclan en una licuadora potenciada por los temas que se tratan con medido equilibrio. En ese punto se reúnen la familia, el desarraigo, la soledad, el desengaño, la muerte, el recuerdo y la distancia.
Una buena forma de medir lo trascendente de la llegada de Dayub con su obra por primera vez en la provincia fue un inusual posteo que el productor encargado de traer la obra a San Luis, Diego Sosa, hizo en sus redes sociales. “Estoy emocionado como hace 30 años con mí primer show -escribió el empresario- por lo que esta obra significa y genera en los espectadores de todo el país”.


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