Solalinde no se rinde y sus abogados apelarían el fallo que lo condenó

Juan Carlos Solalinde fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de su expareja Johana Galdeano. Pero "esto recién empieza", comentó Ramiro Rubio, uno de los abogados del exsindicalista de la Uocra. Anticipó que junto a Marcos Juárez, el otro defensor, esperarán que el tribunal dé a conocer los fundamentos de su fallo y, una vez que pase eso, apelarían la resolución de los jueces porque insistirán con la apertura y análisis de un teléfono de la víctima que jamás peritaron y porque sostienen que durante la investigación "se manipularon" pruebas.

El martes, al mediodía, luego de que los magistrados dictaran su veredicto, el letrado no tuvo oportunidad de cruzar palabra con su cliente. El personal policial esposó al exgremialista, lo retiró del recinto de debate oral y rápidamente lo subió a la camioneta que lo trasladó, sin pasar por la jefatura de Villa Mercedes, de regreso al Servicio Penitenciario de San Luis. No obstante, antes de conocer el fallo, Solalinde estaba preparado para escuchar que podría ser condenado a prisión perpetua porque era una de las grandes posibilidades. Sus abogados se lo habían explicado antes.

"Vamos a insistir con el teléfono que estaba en Buenos Aires, que era de la víctima y no se abrió, porque entendemos que se manipularon algunas pruebas", apuntó Rubio. Explicó que quedó demostrado que "en los otros celulares se borraron mensajes y mucha información, y después se los llevaron a la Justicia". Señaló que lo mismo sucedió en el allanamiento que la Policía hizo en la casa de Galdeano, cuando los efectivos fueron a secuestrar cuchillos. Dijo que "esa escena se manipuló", y por eso será esencial "saber qué es lo que dice ese teléfono de la víctima".

La defensa intentó en diferentes momentos, cuando la causa fue elevada a juicio y también durante el debate oral, obtener la autorización de apertura y análisis del celular, marca Iphone, pero siempre les fue rechazada. En un principio de las averiguaciones los peritos argumentaron que no era posible acceder al contenido del aparato porque no contaban con la clave para desbloquearlo, algo que suele ocurrir con el riguroso sistema de seguridad de esa marca estadounidense de teléfonos.