El estremecedor pedido de ayuda del turista que sobrevivió a la avalancha
Augusto Gruttaduria llamó al 911 en la madrugada y pudieron salvarlo.
“Estoy en el cerro López, me cayó una avalancha. De pedo puedo respirar”. Ese fue el audio que las autoridades hicieron público esta tarde, en el que se escucha cómo fue el comienzo del rescate de Augusto Gruttadauria, el turista cordobés que sobrevivió a la avalancha en el cerro López de San Carlos de Bariloche.
El joven de 29 años logró comunicarse al 911 en la madrugada de este jueves. Augusto, quien quedó tapado por la nieve, pudo hacer un hueco para poder respirar, al tiempo que suplicaba que lo salven porque tenía miedo por su vida. La llamada de emergencia fue recibida desde Río Negro y el damnificado advirtió: "Tengo las piernas atadas, por favor".
El operador de Bariloche lo conectó con otra operadora y el chico reclamó nuevamente: "Me cayó una avalancha encima en el cerro López. Me está agarrando hipotermia. Hace cuatro horas me cayó".
A su vez, informó: "Estoy en la cara derecha del refugio, como quien va subiendo. Por favor, manden a alguien".
“No hagas esfuerzos de más. Ahí estamos localizando al personal. Quedate tranquilo”, le dijo la operadora, a lo que él respondió: “Gracias por atenderme. Ojalá vengan, ojalá lleguen”. “Van a ir, no te preocupes. Te voy a mantener en línea para contactar al otro personal”, lo alentó la mujer.
La avalancha ocurrió el miércoles, cuando, pasadas las 17:15, un grupo de guías solicitó la inmediata atención por un desprendimiento en la zona alta del cerro López, en Bariloche.
"Pudieron encontrar a dos de las tres personas. Una de ellas, con un cuadro de lesiones leves y un cuadro de hipotermia, y la otra persona, una femenina, quien falleció en el accidente", contó una autoridad.
De esta manera, comenzó un operativo contrarreloj para dar con el desaparecido, pero por la noche fue suspendido por la poca visión. Se reinició en las primeras horas del jueves, aunque las autoridades habían advertido que el mal pronóstico y la posibilidad de una nueva avalancha podrían ralentizar los rastrillajes. Por suerte, y después de varias horas, todo tuvo el mejor de los finales.


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