Desesperado pedido: una familia de La Tranca necesita acceso urgente al agua
Pese a los reclamos a las autoridades, no tienen ningún tipo de respuesta. No se oponen a que les cobren el servicio, solo precisan contar con el recurso hídrico, cuestión clave porque viven de la ganadería. Han tenido que vender muchos animales porque no pueden hacer frente a la situación.
Una familia de La Tranca, zona ubicada entre el límite de San Luis y San Juan, vive un presente muy dramático. No tienen acceso al agua y la sequía los somete a un escenario absolutamente crítico. Se dedican a la ganadería, con lo cual el recurso hídrico es parte fundamental. Pero la inaccesibilidad los sumergió en un problema sin salida; ya tuvieron que vender muchos animales. Desde el año pasado reclaman a las autoridades de San Luis Agua pero no tienen respuestas.
Flavia Noelia Morales, vive junto a sus hijos Abraham (8 años), Benjamín (16 años) y Lorenzo (18 años). Su hijo menor cursa en la Escuela Xumucpe de la comunidad Huarpe, pero los más grandes tuvieron que abandonar sus estudios frente al durísimo contexto que atraviesan.
"Soy ganadera y dependo exclusivamente de mis animales para subsistir", lamentó en diálogo con El Diario de la República. Solo hasta el año pasado, le quedaban 180 caprinos. En su momento tenía 300 cabras, ahora le quedan 140, además de 28 ovejas y algunas pocas vacas; los caballos tuvo que venderlos. Sin agua es inviable todo. Y comprar el agua que se distribuye en camiones cisterna, es algo que genera un gasto muy grande para su economía.
La familia no pide nada regalado. Están dispuestos a pagar por el servicio. "Mi solicitud es si existe la posibilidad de extender la manguera que llega al predio cercano al control de San Luis hasta mi casa, que está a una distancia de 1.700 metros. Estoy dispuesta a pagar medidor si es necesario y a cuidar el agua responsablemente. Incluso cualquier alternativa como acercar el agua a un punto más cercano, sería de gran ayuda", subrayó.
"Este año no ha llovido una sola gota. Tengo bebedero y al agua no la desperdicio, para mí vale mucho. Sin agua no se puede hacer nada", apuntó.
Habrá que ver si las autoridades se ponen una mano en el corazón y le llevan una respuesta a la familia, que apenas pide acceder a algo tan elemental como el agua. No piden dádivas, piden dignidad.


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