El derrumbe de sectores del frontispicio de la Catedral la semana pasada obligó al vallado del edificio y a la búsqueda de soluciones urgentes. El vocero del obispado, Alberto Olivera, señaló que “el padre Daniel Pérez tiene toda la responsabilidad sobre las obras que se tengan que hacer” porque según explicó “los párrocos somos autónomos. Los que toman las decisiones en estos casos son los curas de cada iglesia”.
El párroco de Nuestra Señora de Fátima confirmó que ninguna autoridad del Obispado conoce los detalles de los futuros trabajos que están planificados en la Catedral aunque dijo que el carácter histórico del templo es un elemento que debe ser considerado .
La Catedral fue declarado lugar histórico a través del decreto firmado en 1975.
“No sólo donde está la tumba de Pringles es monumento histórico, sino todo el solar. Por eso, cualquier obra o remodelación que se haga, se debe consultar a los peritos de monumentos históricos para que ellos puedan relevar qué se puede hacer. Y también hay un fondo a nivel nacional para la ayuda de estas obras”, afirmó.
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