El sospechoso de violar a su hijastra de 11 años no habló

Claudia Videla miró hacia la puerta del Juzgado del Crimen N 2 y dijo "vamos a ver si se anima a mirarme a los ojos". Sentada en un banco del subsuelo de tribunales, ella esperaba que entrara Daniel Anselmo Romero, el hombre con el que convivió hasta el domingo 19, cuando su hija de 11 años le contó que él la había violado y ella lo denunció. Anoche el imputado fue indagado por el juez Penal Nº 2 Jorge Sabaini Zapata. Se abstuvo de declarar y pidió una prórroga de la detención de ocho días para reunir pruebas, informaron el abogado Héctor Zavala y el defensor oficial Juan Esteban Pedernera.

Fue indagado anoche por el juez penal Nº 2 Jorge Sabaini Zapata

Zavala acompañó a Claudia durante la audiencia. “Ella tenía otro abogado, pero mañana (por hoy) me dará el poder a mí. Como se ha constituido como particular damnificado puede participar de todos los actos procesales”, explicó Zavala.

Cerca de las 20:30, el secretario del juzgado, Ariel Parrillis salió, los saludó, les dijo que en unos minutos podrían ingresar y le aclaró a Claudia que, si bien podía estar, debía permanecer en silencio durante la indagatoria. De otro modo, el magistrado podía ordenar que se retirara.

A las 20:37, Romero entró a la oficina. Llegó esposado, encapuchado y escoltado por cuatro policías. Estuvo adentro 11 minutos: a las 20:48 salió en dirección a la alcaidía. Zavala había supuesto que el trámite sería breve: considera que el imputado “está muy complicado” por las pruebas recogidas por los investigadores de la Comisaría 2ª, y por ello había presumido que no iba a declarar. Pero puede hacerlo durante la prórroga, si su defensor se lo aconseja.

Pedernera, quien es defensor oficial civil, explicó de modo breve que asistió al imputado en carácter de subrogante, ya que el defensor oficial penal Carlos Salazar está de licencia. Estimó que éste continuará con la tarea de representar al imputado.

Un instante después de Romero, salió Claudia. La de anoche fue la primera vez que la mujer ve a su ex pareja –y padre del bebé que espera para febrero– desde que hizo la denuncia. Se la veía afectada, tanto que fue Zavala quien tomó la palabra y contó que Romero evitó todo el tiempo mirarla a la cara y al final, lo hizo. “Ella es muy valiente al estar acá”, consideró el abogado, mientras Claudia apoyaba sus manos sobre su vientre.

Según Claudia, ella, su hija y el resto de sus allegados sienten gran alivio por la determinación del juez de arrestar a Romero, de la que se enteraron el domingo a la noche, por una amiga que vio la noticia en el sitio web de El Diario. “Creo que hay pruebas suficientes como para que siga detenido. Mi hija está más tranquila, no sólo porque sabe que está encerrado, sino también porque su papá, al que no veía desde hace unos cuatro años, se ha acercado a ella. Eso la hace sentir mejor, protegida”, aseveró.