El regreso de "El Trébol Mercedino"

Varias veces en los últimos meses, Raúl "El Sapo" Ávila, fundador, impulsor y responsable de "El Trébol Mercedino", se asomó a los ensayos del grupo para ver en qué andaban. A punto de cumplir 80 años, el prócer anfibio del folclore puntano no puede con su genio de estar cerca de la música y de las guitarras.

Entre los valores que destacó el creador del conjunto está la disciplina, una cualidad que mantiene la nueva formación.

Anoche, en el teatro de la Calle Angosta, Ávila recibió un homenaje que no pudo ser mejor. Varios de sus colegas se reunieron para cantarle, pero además la velada significó el regreso de su grupo de toda la vida.

Como marca la tradición, fue su hijo Aldo Raúl quien comandó la vuelta. "Afortunadamente está él para que continúe", dijo Ávila padre en su histórica casa de la calle Ecuador en Villa Mercedes, un templo tonadero lleno de recuerdos y aires de cueca.

Más allá del reconocimiento a "El Sapo", el hecho de que "El Trébol..." vuelva a la actividad, es un acontecimiento en sí mismo. La continuidad de la historia la escribirán Julio Coria, un reconocido guitarrista mercedino que ya mostró su talento en la agrupación, y dos muchachos que representan la nueva escuadra guitarrera de Mercedes: Cristian Mana y Cristian Romero.

"Estoy sumamente contento, alegre, por las nuevas hojas que se han incorporado al Trébol", graficó el fundador.

"La intención es juntarnos para continuar el legado", dijo, a su vez, Coria. Y parece que cumplirá: el 29 de noviembre está previsto que la agrupación toque en San Luis después de mucho tiempo.

El fundador del grupo prometió su presencia en ese recital. "Mientras sea por acá cerquita, voy a acompañarlos. Cuando viajen un poco más lejos no voy a poder ir", reconoció Ávila padre.

Tanto el recital de anoche como el de fin de mes no representan hechos precisamente gustosos para el folclorista. No porque no esté de acuerdo con el retorno sino porque, como él mismo dijo, "soy medio arisco para los homenajes".

Y a su edad, "El Sapo" también evita subir a los escenarios a tocar la guitarra. "En  los asados a los que me invitan y en las reuniones familiares, toco, pero no ante otro público", admitió Ávila, quien no obstante -en secreto, en la intimidad- preparó algunos versos para el show de anoche. Desde el 2005, cuando hizo el último concierto con "El Trébol..." en Villa Mercedes, Raúl no tocaba en vivo.

Entre los valores que destacó el creador del conjunto está la disciplina, una cualidad que mantiene la nueva formación. "Lo mejor es que mantienen la esencia del grupo. Estoy muy agradecido por eso", dijo Ávila.

Una de las cosas que destacó el líder del regreso es que las nuevas generaciones conocerán el sonido de una banda que marcó la historia villamercedina y que la nueva formación mantendrá vivo el recuerdo.

Además de ser el padre de "El Trébol...", "El Sapo" tiene cuatro hijos y una diferencia sustancial con José Zavala y Alfredo Alfonso, otros grandes del folclore mercedino que fueron sus amigos. "Siempre hablábamos con ellos de que yo era el único que tenía un hijo varón, que podía continuar con la música". Efectivamente, Aldo -además de ser el único varón de la descendencia de Ávila- salió guitarrero y cantor. "Agradezco a Dios tener un hijo que toca la guitarra", dijo el creador del grupo. Y no pudo decir más palabras.