Calles con baches y un asfalto al que le quitaron cinco centímetros del nivel anterior y unos rebordes cerca del cordón. Este panorama que parece extraído de un cuento de posguerra no lo es, así se ven al menos diez tramos de la ciudad de San Luis donde la Municipalidad pasó la máquina fresadora en junio y nunca asfaltó de nuevo. Vecinos, consultados por El Diario de la República, reclamaron que se repavimenten porque consideraron que es un peligro para los peatones y los automovilistas.
Las cuadras que están a medio terminar son: Chacabuco (entre Pedernera y Belgrano), Falucho (entre Bolívar e Illia), Bolívar (entre San Martín y Caseros) y Colón (entre 25 de Mayo y Ayacucho, y entre Belgrano y Pringles).
“Pierdo la estabilidad con la moto, debo tener cuidado. Trato de esquivar las calles que están así porque puede pasar cualquier cosa. Sólo espero que las terminen de una vez”, comentó Miguel mientras esperaba con su rodado en Bolívar y Chacabuco, uno de los sectores a medio terminar.
Carlos Carbone vive en la esquina de Bolívar y Mitre. Ya vio accidentes de todo tipo: “Si venías diez minutos antes, observabas como una señora de 80 años pisó encima de ese montículo que sobresale del asfalto y se cayó. ¿Sabés la cantidad de gomas que se rompen por la fricción?”, sostuvo.
A su lado estaba el ingeniero, José Luis, quien consideró las obras a medio hacer una falta de respeto hacia los vecinos. “Los cordones deben tener 10 centímetros para que el hombre los pueda ver. Esa rebaba tiene tres o cinco centímetros. No la ve nadie”, justificó. Además, se quejó por el mal estado de Bolívar: “Está lleno de pozos. Si no tenían plata para asfaltar, ¿para qué comenzaron? Esto es una estafa. Si sacás la cuenta de los metros cuadrados trabajados vas a ver cuánto gastaron porque estoy seguro de que ya pagaron por el trabajo”.
En el presupuesto 2015 que la Comuna entregó ante el Concejo Deliberante planteó una inversión de 18.140.000 millones de pesos en pavimento rígido y flexible (casi 13 millones), repavimentación con material flexible (casi 3 millones) y micropavimento ($2.400.000).


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