Vecinos se quejan del caos de tránsito en la Normal Mixta

Los vecinos que viven alrededor de la Escuela Normal Mixta están resignados por la falta de espacios para estacionar o por los autos que taponan la entrada de los garajes cuando los chicos entran o salen del colegio. Al mediodía y a la tarde es común observar coches en doble fila en las inmediaciones de esa institución educativa donde asisten unos 1.500 alumnos. Las opiniones se dividen entre quienes están molestos y los que ya están resignados. Los horarios más conflictivos son entre las 12:20 y las 13:20, y entre las 17:15 y las 18.  
Para Nora, el caos de tránsito supone una gran molestia. “No tengo nada contra los padres, aunque es cierto que a veces hay mucho lío. Deberían ser más ordenados”, señaló. Si bien su opinión es compartida por la mayoría de los vecinos, algunos prefieren tomárselo con calma. “El problema es sólo por media hora", dijo Luis, que vive en Lavalle y al que de vez en cuando le tapan la entrada a la cochera. Los automovilistas que circulan por la zona no dudan en señalar que a esa hora el paso se hace muy difícil.  
Las instalaciones de la escuela abarcan toda una cuadra. El Diario de la República  observó que en Chacabuco no hay inconvenientes porque  ahí  está una  parada de los colectivos de Transpuntano. El problema  más importante se da sobre Lavalle.  Si bien la calle es amplia en relación a otras de la ciudad, los conductores parecen abusar de esta ventaja. En la esquina con Mitre estacionan en doble fila y hasta del otro lado de la acera. Al costado de la puerta de la escuela, está la entrada del garaje interno de la institución donde entran y salen continuamente autos, una situación que complica aún más el tránsito. 
Por ejemplo, ayer un policía en moto le tocó bocina a una camioneta para que se vaya de la doble fila. El conductor cruzó de carril y esperó sobre el lado izquierdo. En ese momento dobló un colectivo de la línea K, lo cual provocó una demora porque el chofer no se animó a pasar. Hasta que la camioneta se fue. En ese tramo, del lado derecho, había 13 autos y sólo dos espacios vacíos para los automovilistas.
 La doble fila se puede extender por  dos cuadras en Lavalle, de Caseros hasta Chacabuco. Pedernera es la salida de la gran mayoría de los estudiantes y el ancho de la calle no soporta que haya autos en doble fila. Sin embargo, los conductores lo hacen. Ayer al mediodía, al menos cuatro coches se detuvieron en menos de diez minutos.
“Por Pedernera sólo hay dos garajes así que no hay inconvenientes. Uno sabe que donde hay colegios, se provocan estos conflictos. Me parece que se solucionaría con un policía de tránsito”, comentó una comerciante de calle Pedernera. 
En Mitre quienes más lo sufren son los colectiveros. Por esa arteria pasan cuatro líneas: D, E, BCG y K. “Siempre ves que los choferes tocan bocina hasta que el auto que está en doble fila se va. Después de una hora y media hay espacio para todos”, observó un peatón.