Vecinos de Villa Mercedes piden mejoras y luz en el acceso al Kilómetro 4

“Es el calvario de todos. Hace unos siete años que vivo acá y he sufrido como nadie porque tenía que traer material para construir mi casa en una bicicleta y un carrito, y ya era un guadal terrible”, describió Juan Ortiz, un vecino del Kilómetro 4. Así como él, los demás residentes transitan a diario el acceso a sus viviendas, conocida como kilómetro 4, que carece de iluminación y cuyo terreno arenoso complica el tránsito. Pidieron la construcción de una bicisenda, que la rellenen con ripio o que sea asfaltada, y que coloquen columnas de alumbrado público para circular seguros.
La calle sale desde la parte trasera de la terminal de ómnibus, en el sector noroeste y corre paralela a las vías del tren, ya tapadas por malezas. Es toda de tierra, pero la parte más complicada para los habitantes es el tramo que va desde la Dársena hasta la ruta Interfábricas.
"Acá somos todos humildes trabajadores y la mayoría vamos en moto o bicicletas, muchas mamás llevan sus chicos a la escuela a pie, salen hechos un espejo y con la polvareda que levantan los camiones llegan sucios", graficó Marta Araniz.
"Es un guadal y no se puede andar ni en bici ni en moto. Muy pocos tienen automóviles, es un médano. Si llueve, al ratito que llovió se hace guadal, pasan muchos vehículos, camiones y camionetas que van a las fábricas", detalló Ramón Ocaña. Para él, la solución "sería que la asfaltaran o al menos que la enripien", sugirió.
Otra de las opciones que consideraron los vecinos fue la construcción de una ciclovía. "Estaba proyectada una pero la pararon porque la entrada del camping sobresale hasta la calle", contó Ortiz. El camping pertenece al gremio de UOM y está unos doscientos metros antes de las primeras casas. La ciclovía que construyó el Gobierno de la Provincia costea la terminal en dirección al Kilómetro 4, circula paralela a Estado de Israel, en el barrio Altos del Oeste, pero al llegar hasta la Dársena desvía su rumbo al oeste.