Los llamados para exigir juicios por el uso de la tortura por parte de la CIA se multiplicaron en Estados Unidos y el mundo. Sin embargo, la administración de Barack Obama da por cerrado el caso.
Luego de la conmoción causada por la publicación de un informe del Senado sobre la brutalidad e ineficacia de interrogatorios a decenas de detenidos en prisiones secretas de la CIA, el Departamento de Justicia afirmó que el caso no será reabierto.
Un responsable del Departamento indicó que "no hay nueva información" en el reporte divulgado el martes con base en una "investigación profunda" realizada en 2009. "Tenemos una primera decisión de no iniciar procesos penales", declaró la fuente.
El reporte de la Comisión de Inteligencia del Senado describe cómo los detenidos fueron torturados durante días en la oscuridad, colgados de las manos, privados del sueño o alimentados a la fuerza vía rectal, lo que suscitó reacciones de indignación y escándalo en el mundo.
En Kabul, el presidente afgano Ashraf Ghani se dijo "indignado", al denunciar que "no hay justificación" para la "tortura inhumana en el mundo de hoy", mientras el canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, aseguró que las acciones de la CIA son "una grave violación a los valores liberales y democráticos".
"Los responsables de esta conspiración criminal deben ser presentados ante la justicia", reclamó el relator de la ONU para los derechos humanos, Ben Emmerson.
NA
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