El Pueblo Ranquel, un protagonista que crece en los remates

Llegaron en barra y así se mantuvieron toda la jornada. El equipo ganadero del Pueblo Ranquel arribó con seis hombres a Buena Esperanza y con parte de su hacienda lista para la venta. Llevaron 80 terneros machos y 100 hembras que no desentonaron dentro de un remate exigente, tanto en presentación como en precios. Los que los compraron, pagaron muy bien por esos animales criados a campo, en condiciones extremas, lo que les brinda gran rusticidad y adaptación a cualquier tipo de zona a la que sean trasladados.

Llegaron a Buena Esperanza con 80 terneros machos y 100 hembras. En una subasta muy exigente, alcanzaron los mismos precios que el resto.

Daniel Sandoval es el lonko (jefe) de la comunidad. La hacienda no es su fuerte, es un hombre que lleva muy bien los números, pero acompañó a sus especialistas y se divirtió a la par de ellos, sin diferencias. “Todavía somos nuevos en la cría de ganado, pero vamos creciendo al compás de la actividad, éste fue un buen año para nosotros y creo que para los productores en general. Íbamos a traer 600 animales, pero preferimos dejar 420 para madres porque ya tenemos genética Braford para desarrollar”, le dijo Sandoval a la revista El Campo un rato antes de que sus animales salieran a la pista.

Afirmados con sus rodeos de Angus negros y colorados, más algo de Hereford, el proyecto incluye ahora seguir agregando razas. “Estamos creciendo en Braford, una raza índica que tiene un poco más de carácter que las tradicionales, pero que se adapta muy bien a nuestros campos”, cuenta el lonko, quien siempre se apoya en Darío Baigorria, el encargado de la hacienda en esos campos bravos del sur. Baigorria era capataz en Alto Negro y cuenta que aprendió el oficio de su papá, Ramón. Hoy comanda un equipo bastante completo, con la ayuda del asesor veterinario de la comunidad, Sebastián Lavandeira, ex ministro del Campo. “Tenemos gente que atiende el ganado, otra que alambra y así en todos los puestos”, cuenta.

Los ranqueles viven en campos difíciles del sur provincial. Tanto que vienen de sufrir un incendio que les quemó 17.500 hectáreas. “Fue un rayo, nosotros lo escuchamos, pero no pudimos hacer nada, en un rato se quemó todo. Lo malo es que habíamos comprado postes para esa zona del campo y se quemó todo. Por suerte había pocos animales, así que la mortandad fue baja. Quiero agradecer el esfuerzo de la gente del campo y de San Luis Solidario para apagar el incendio”, pide Sandoval, todavía dolido por las consecuencias del fenómeno natural.

A los remates de Mondino, vienen a buscar genética de calidad y vacas madres para mejorar su rodeo. Tiene claros los objetivos para 2015: “Crecer en número de animales, separar las razas y empezar a criar Brangus también”, dice con firmeza. Hoy los ranqueles cuentan con 4.000 vacas madres y 200 toros reproductores.