Dijeron basta. Un grupo de veinte trabajadores de la Dirección de Servicios Básicos (SerBa) se cansaron y denunciaron maltratos laborales de algunos jefes de cuadrillas y del encargado del organismo, Edgar Magallanes. La acusación ya fue notificada al Sindicato de Empleados Municipales.
El Sindicato de Empleados Municipales tiene 400 afiliados. Incluye a todas las áreas.
Afirman que reciben respuestas como “¡Ah!, ¿Querés guantes? ¡Qué exquisito estás!”, cuando piden materiales de protección para manipular elementos tóxicos como alcohol u otros elementos químicos de limpieza. También dicen que hay solicitudes de ropa de trabajo que nunca llegan. “Hasta hay insultos”, aseguró Alejandro Sosa, titular del gremio municipal.
En el sindicato dicen que investigarán la denuncia de las agresiones. Por eso pedirán explicaciones a las autoridades de esa institución. Para Sosa, es fundamental que la Intendencia les provea a los empleados una vestimenta adecuada y sostuvo que por ahora los trabajadores se las deben arreglar con la vestimenta propia para poder realizar las tareas de mantenimiento.
“Estos inconvenientes suceden hace ya algún tiempo, pero se pasó un límite y explotaron. Los empleados confesaron que no aguantan más y que la gente está cansada del patoterismo”, explicó Sosa.
Las acusaciones apuntan a los jefes y subjefes de SerBa, que en muchos casos eran hasta hace poco tiempo compañeros de los actuales trabajadores, algunos con treinta años de antigüedad. “El director y los secretarios deben llamar a la reflexión”, opinó el titular del Sindicato de Empleados Municipales.
Otro de los puntos que recibió reclamos de los trabajadores son los constantes traslados de personal. “Son todos los días y sin motivos”, dijo Sosa y agregó: “Es un atropello porque si hablan, los sacan de esa área”.
El personal de SerBa está constituido por los trabajadores que siempre pertenecieron a la planta de esta área y a los que integraron el plantel de la Comuna en otros sectores, pero que en los últimos tiempos fueron destinados al organismo que se encarga de proveer agua potable a la capital provincial.
La incertidumbre laboral en el Municipio no es un fenómeno nuevo. A fines del año pasado no se renovaron contratos a ciertos empleados a los que la Comuna consideraba que tenían muchas inasistencias o "ponían palos en la rueda".
“Velamos por la paz de todos los trabajadores porque deben entender que las gestiones pasan y ellos se quedan en la Intendencia”, comentó Sosa y consideró una "imprudencia" abusar de la autoridad.
El Diario de la República intentó comunicarse con las oficinas de SerBa y al celular de Magallanes para conocer su opinión sobre el conflicto, pero nunca se respondieron las llamadas.
Más Noticias