Swing de sábado por la noche en Los Cedros

Los músicos disfrutaron de la presentación tanto como el público, que los siguió con palmas y coreando sus canciones.

Era una noche nublada y lluviosa entre las sierras, los comensales llegaban animados a la vieja casona renovada con piezas de arte contemporáneo. La gente charlaba, bebía y comía, mientras a lo lejos se escuchaba una buena banda de jazz.

No se trata de la sinopsis de un film noir, es lo que realmente pasó el sábado en "Fetiche", el restó de Los Cedros. Al público que pobló las mesas del restaurant no le importó el frío, ni la lluvia, todos fueron a ver a "La Orquesta Inestable", el conjunto jazzero era el verdadero plato fuerte de la noche.

La estética de la banda y la arquitectura del local remontaban al público a algún lugar entre la Inglaterra de Sherlock Holmes y los clubes de Chicago de los años veinte.

El sexteto, que originalmente tiene siete integrantes pero uno de ellos no pudo llegar, hizo temas clásicos del jazz, piezas propias y algunos boleros con sabor a swing. El público aceptó la propuesta de un grupo prácticamente instrumental sin problemas. En la oscuridad del restaurant se podían ver las sombras de las cabezas que se movían al ritmo de los rápidos dedos del contrabajista Alexis Carulias.

Tal como lo había adelantado a ETC el vocalista y guitarrista, Leonardo Amadeo, la buena relación de los músicos se transmitió a la perfección en el escenario, en forma de música y de sonrisas cómplices. La confianza de un grupo de músicos que se conoce hace seis años.

La energía de la banda y su amor por lo que estaban haciendo en el escenario se vio en las expresiones  faciales del violinista y pianista, Santiago Martínez; en los ocasionales pasos de baile que hicieron los músicos; en la soltura con la que el baterista, Manoli Martínez, dejó las baquetas para marcar el ritmo con sus palmas y así contagiar a los espectadores.  

El puntano Diego Mayor, trompetista de la orquesta, era el encargado de animar la presentación, él  fue casi el único integrante que habló salvo por algunas intervenciones de Amadeo.

Así, el músico devenido en conductor de la velada, presentó a pocos minutos de comenzado el show, la canción "Bombón", un tema propio que aparece en el primer álbum de la banda. 

Además hicieron "Mucho corazón"  un bolero que el público coreó con el cantante.

Con "Amada mía" todos los integrantes sacaron chapa de cantantes.

Ni bien terminaron y las luces del salón dejaron de lado el blanco del reflector para resaltar el rojo de las paredes del restó, la gente pidió otra vuelta que la banda hizo sin problemas. "Si hubiera habido lugar se hubiera armado cachengue. Pero así está bien igual", dijo el trompetista cerca del final.

El grupo, en realidad, hizo dos "bices", uno a pedido del público y otro a pedido de ellos mismos.

"Muy buena la banda pibe", fue el comentario que uno de los comensales le hizo a Mayor cuando, más tarde, los músicos se mezclaron con el público en las mesas del restó para continuar una noche que recién estaba en pañales.