Vecinos del este de la ciudad se quejan por la falta de desagües

En épocas de lluvia, vivir en el barrio Portal de las Sierras, integrado por el 134, 144, 155 y 164 Viviendas, es sinónimo de inundación, sobre todo en el primero de ellos. La falta de desagües en ese sector del este de la ciudad, hace que el agua de las precipitaciones dificulte el tránsito en la calle adyacente a la ruta 147 y se estanque por semanas.
Las complicaciones dan la bienvenida a los que llegan a esa zona. En el ingreso, que da a la planta transformadora de energía de Edesal, los baches camuflados por el agua y barro entorpecen la normal circulación de automovilistas y peatones, que tienen que sortear los pozos.

"Cada vez que llueve se inunda todo y el agua se queda mucho tiempo. A veces es imposible entrar al barrio y el colectivo (la línea E de Transpuntano es la que llega a esos barrios) no puede entrar por acá y sigue de largo dos cuadras, nos deja más lejos", dijo Mauro Villalba, un adolescente que vive en el barrio 134 Viviendas y que ayer esquivaba charcos para llegar a su casa, junto a un amigo, Facundo Lucero.
Los dos chicos aseguraron que los vecinos realizaron reiterados pedidos a la Municipalidad de San Luis para que les dé una solución ante la invasión de agua que sufren después de cada lluvia. Una simple  visita de El Diario de la República a esa barriada bastó para comprobar que todavía no obtuvieron respuestas y menos un alivio para sus problemas.

Esteban, un vecino de la zona, dijo que las inundaciones del terreno (que tiene desnivel hacia el oeste, ya que en esa área las casas están construidas casi al pie de las Sierras de San Luis), hacen que muchos conductores no se atrevan a circular por la calle adyacente a la ruta 147.
"Es un peligro en verano porque como el agua se queda por semanas, puede servir para que se reproduzca el mosquito del dengue; ya se ve que hay algunos, no sé si de ese tipo y también sapos", sostuvo Villalba.
Las plagas de todo tipo están más predispuestas a proliferar en un descampado que está entre la calle interna del barrio que corre en sentido norte-sur (y viceversa) y la ruta 147, donde las intensas lluvias que cayeron durante las últimas semanas en la ciudad, formaron una laguna  que ya es habitual para los vecinos de los barrios del noreste.