La primera gira mágica y asombrosa de la Escuela de Rock “Norberto ‘Pappo’ Napolitano” comenzó en Colón, provincia de Buenos Aires, y ciudad natal del director, Fernando ‘Pappo’ Balagué, que en sus pagos es conocido como “El Cefe” (por Ceferino, su segundo nombre). Los chicos viajaron el 8 y 9. El Diario fue el único medio que los acompañó.
La hinchada propia contagia a los locales, que saltan y cantan con fervor.
Una veintena de alumnos, están impacientes por girar, aunque el motorhome de los rock-stars está lejos de este colectivo: mates, bizcochos y chistes, “se nota que no están en casa” comenta uno, ya que en un viaje así hay que dosificar la energía, las que agitan desde que salimos, después están a media máquina, los experimentados descansamos.
Y como no puede ser de otra manera: se rompe el coche en la encrucijada. No es gira de rock si no hay un desperfecto en la ruta. Acá son dos mundos diferentes, mientras los adultos meten la cabeza (o las manos) en el motor, los chicos se distraen en los juegos de la plaza.
A la hora de demora almorzamos, con el estomago lleno es distinto el momento. “¡La rotura hace la unión!”, grita "Pappo" como para meterle buena onda a la hora de estar varados, pero nos quedaban 7 más todavía de espera. Paciencia, para tomarlo con soda, o agua de las vertientes.
Después, destino: Colón. No detenga su motor. Coche sin aire acondicionado, calor, demora, fatiga, nervios, ingredientes del menú caótico de la odisea rockera en la ruta, pero si no hay contratiempo, no es divertido, si sale bien la primera vez no sabrán lo difícil que es. Ahí comienza el “Okupas Rock Tour Colón 2014”. Esto es un lío, hay chicos violando el horario de protección al menor, ¿y sus padres? A su lado, emocionados participando de la primera experiencia de sus criaturas. Mientras prepara equipos, ‘Pappo’ agradece la recepción que ofrece su pueblo, y entrega plaquetas a los organizadores y a la secretaria de Cultura, “la única a la que le gusta el rock. A las otras les gusta la cumbiancha” sentencia el grandote. Nadie le discute y todos ríen. Empieza el combo de Fátima y Malena (voces), Tomy (armónica), María Paz y Martín (guitarras), Marcos (bajo) y María Sol (batería) y en su set sonaron "Blues Local" y "El Tren De Las 16", después de una intro. Siguió "Juntos a la par" con Ana Paula -de 9 ños- y Neysa -7- en voces, Karen al bajo, Melina en guitarra, Marcos en bajo cantó "Rock Del Gato" y Joel en batería. Gran lucimiento vocal y buena recepción en el público por las interpretaciones de "Mi enfermedad" por Ana Paula, "Mi último blues" y "Auto Rojo" por Malena, "Mi Perro Dinamita" y "Desconfío" por Fátima y la ocasión final a Tomy tocando el Himno Nacional Argentino con armónica.
Meten segunda y aparecen Agustín P. en voz, Mati y Agustín en guitarras, Marcos al bajo y Martín B. en batería y el repertorio más pesado del Carpo: "Sube a mi voituré", "Que sea rock", "No obstante lo cual", "Mi vieja", "Fiesta cervezal", "Viejo", "El 38" de Divididos y "Gato Negro" cantada a dúo con Felipe Ramos, de “Merda D’Artista”, héroe de culto local y amigo personal del director.
La hinchada propia contagia a los locales, que saltan y cantan con fervor. "Rock Del Pedazo" es el bis. Una señora dice: “¿Le sacás fotos a mi pibe?”, pero no pide de cargosa: está llorando, además hay gente emocionada con el talento de los infantes. Al terminar los felicitan y abrazan a todos. Continúan “Ritual Muleta” y “La Mr.Swing” con buenas interpretaciones jazzeras, y con quienes Tomy compartió una zapada sin que le temblara el pulso.
Para destacar fue el desempeño de la organización al hospedar de manera excelente a un contingente de 50 personas. A la mañana siguiente el ringstone del despertador es el “¡ooh vamo’ rocanrol!” de los pibes eufóricos, que salieron a la ruta, vivieron la noche y rockearon como ellos saben: hay futuro en nuestra juventud.


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