Villa Mercedes: un hombre probó que no había participado en un asalto

El video en el que se ve al hombre que sale una y otra vez en su auto de la agencia de remises para la que trabaja y la palabra de varias personas que cuentan que estuvieron y hablaron con él no apartaron lugar para la duda. Ambos elementos demostraron que entre las 21 y 22:30 del 1º de marzo Marcos Manuel Ortiz no podría haber asaltado a un matrimonio de ancianos y a su hija en el barrio Almirante Brown de Villa Mercedes porque estaba trabajando. Eso entendió el juez penal N°1, Alfredo Cuello, y, por lo mismo, le dictó la falta merito.

Le dictaron falta de mérito y lo dejaron en libertad.

Ortiz fue notificado de su liberación el lunes, ocho días después de estar detenido, sospechado del violento robo. “Desde el primer momento mi cliente dijo que era inocente y contó todo lo que había hecho el día del asalto. Todo lo que dijo, fue corroborado después por las pruebas y los testigos”, resaltó su abogado, Ariel Becerra.

La primera prueba fue la imagen capturada por una cámara de seguridad ubicada sobre la avenida 25 de Mayo. Según contó el defensor, en la filmación puede verse a Ortiz entrar y salir de la remisería para la que conduce desde hace unos meses. Por momentos, se lo puede ver un largo rato dentro del Chevrolet Corsa estacionado en la calle.

“El operador de la radio manifestó que esa noche le había pasado varios viajes. Es más, la remisería tiene un libro en el que constan los recorridos de cada móvil, en ese registro figuran seis o siete viajes que mi defendido había hecho en el momento que fue el robo”, detalló.

Otro de los testimonios que avalaron la versión del hombre de 38 años fue el de la dueña de la carnicería que está al lado de la agencia de remises. La mujer confirmó que ese sábado, alrededor de las 21:30, él había ido a comprar carne a su negocio.

La tercera prueba que, a entender de Becerra, es más que concluyente es una foto que Ortiz le había sacado al arma que la Policía secuestró cuando allanó su casa. “Ni siquiera es un arma de fuego, es de aire comprimido, lo que hace es tirar gas. Marcos la tenía desde hace un tiempo y quería venderla. Entonces, le tomó una fotografía con la intención de ofrecerla y se la mandó al operador de la remisería”, contó el abogado. En el teléfono figura la hora en que el vendedor envió la imagen, a las 21:27 del 1º de marzo.

En el allanamiento a la vivienda del sospechoso, el sábado 8, la Brigada de Investigaciones secuestró, además, unas medias femeninas, unos guantes de látex y varios proyectiles que hallaron en el domicilio del remisero. La presencia de cada uno de esos elementos fue justificada. Como Ortiz, cuando tiene chance, trabaja como “patovica” en boliches y en campos, explicó que esas municiones las tenía porque una vez un patrón se las dio para que las usara, en el caso que le hiciera falta.

“El cancán que la Policía secuestró lo sacó de entre medio de la ropa íntima de la esposa de mi cliente. Aparte, el color de las medias ni siquiera coincidía con el de las que usaron los delincuentes para taparse la cara. Las que emplearon los ladrones eran negras y las de la señora de Marcos son marrones”, contrastó. Los policías sacaron los guantes de un botiquín de remedios que la suegra de Ortiz había dejado ahí un día antes del allanamiento. Según explicó, la mujer sufre de diabetes y para curarse, por prescripción médica, debe usar guantes.

“Fuera de eso, tanto los cancanes femeninos como los guantes de látex, los amarillos, son cosas que cualquiera tiene si vive con una mujer o si limpia su casa de vez en cuando”, razonó Becerra, quien no duda que, tras lo expuesto, el magistrado no tarde en disponer el sobreseimiento, la desvinculación definitiva de la causa, de su representado.

La familia de Marcos Ortiz, a través de un mensaje por correo electrónico, adelantó hoy que había quedado en libertad y pidió que se aclarara que no tenía nada que ver con el hecho por el que era investigado.