Acá hay mucha tranquilidad, vemos todo muy ordenado, prolijo y tienen unos paisajes hermosos. Además tener un poco del Carnaval de Río es algo impresionante. Aprovechamos el feriado y nos vinimos", dijo Sebastián, un marplatense que desafiaba al frío del viernes con una gruesa campera, en una de las tribunas del sambódromo de Potrero de los Funes.
El sambódromo y el descanso en la zona serrana atrajeron a miles de visitantes.
El hombre es uno de los miles de visitantes que, en compañía de sus familias o amigos, pasean por San Luis en este fin de semana largo. Los paisajes más elogiados fueron, por lejos, el mismo Potrero y El Trapiche, pero también Estancia Grande y el cabildo de La Punta despertaron elogios.
Pero al margen de los bellos lugares que ofrece la geografía puntana, el samba sumada al colorido de los cariocas y las curvas brillosas de las garotas, conformaron un cóctel explosivo que despertó la atención de miles de personas que armaron las valijas y eligieron a San Luis como destino.
En las gradas, a metros de la pista todo era alegría y hubo más caricias que críticas para la forma en que los puntanos tratan al turista.
"Soy de intendente Alvear, en La Pampa, y no quería perderme esto. Vine con mi hermana que vive acá. Los felicito, tienen una provincia hermosa, pujante, que puede organizar estos espectáculos", declaró Joaquín Gargiulo junto a su hermana Margarita.
Juan Fernández llegó desde La Paz, Córdoba, con sus hijos y su esposa. "Siempre venimos a San Luis, ya conocemos. Es hermoso venir porque hay mucho para recorrer, pero esta vez viajamos para ver a los brasileños. Estamos fascinados, hacen un show impresionante. Valió la pena", dijo el cordobés.
Sentados muy pegaditos, como si recién se pusieran de novios, Dora y Tato disfrutaban de los primeros pasistas en salir a la pista y en la charla con El Diario de la República contaron su alegría por volver a la provincia. "Es la tercera vez que venimos y lo encontramos más lindo a San Luis. Hace tres años vinimos por última vez. Nos encantan sus paisajes, su hospitalidad, ustedes son muy amables", dijo el hombre.
"Somos de Balvanera y aunque vamos siempre a Brasil de vacaciones, nunca fuimos a Río para el carnaval. Verlo acá es algo maravilloso. Vimos las propagandas en Buenos Aires y planeamos el viaje", contó Dora.
Llevan 16 años juntos y siempre la pasan bien viajando. "Volver a esta provincia es especial, la comida es riquísima, los paisajes son hermosos. Los precios normales. Tal vez aquí adentro, en el patio de comidas, se les fue un poquito la mano. Pero es un espectáculo aparte y es normal que pase", opinó.
Desde Guaymallén, Mendoza llegó la familia Lucesoli llegó para descansar y ver a los cariocas sambar. "Estamos cerca y viajar a San Luis ya se nos hizo costumbre. Esta vez traje a mis nietos y todo acá es un disfrute. Vivir el carnaval brasileño en nuestra región es algo impagable, es un show espectacular", dijo Raúl.
"Además vamos a recorrer Potrero, El Durazno y La Carolina. Ya conocemos, pero siempre es lindo volver a recorrer esos paisajes. La atención al turista es bárbara. A lo mejor acá adentro la comida sale un poco cara. Si hubieran afinado el lápiz un poquito a lo mejor vendían más. Por lo demás, todo es perfecto", añadió el hombre.
"Los precios de la espuma de carnaval estaban muy caros, yo quería comprar una, pero no pude", acotó Santiago, uno de sus nietos.
"Quiero agradecer y valorar la amabilidad de los puntanos. No sólo tienen paisajes muy lindos, saben tratar bien a la gente. Ahora, después de ver este carnaval carioca nos vamos a Merlo, estamos ansiosos por conocerlo", dijo Evangelina, la esposa de Sebastián, los marplatenses del barrio Dorrego que todavía no se van de San Luis, pero ya planean volver.
Una banda gigante de amigos en busca de diversión encaró para la tribuna cuando el desfile ya había comenzado. A pesar del apuro, su andar era lento. Todos peinaban canas y venían de La Pampa. "Somos un grupo de amigos, todos jubilados. Vinimos por el carnaval y nos quedamos hasta el lunes. Tienen una provincia muy bella y encima trajeron a los brasileños. Es para felicitarlos", dijo Omar, el encargado de manejar la combi.
"Somos todos veteranos, pero vamos a sambar y disfrutar de estos paisajes. Los precios son normales. San Luis es un deleite", cerró.


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