La obra de reconstrucción de la pared del Antiguo Templo, que sufrió un derrumbe luego de las intensas lluvias de febrero, se puso en marcha con la visita del especialista Arnaldo Humberto Vaca quien vino a realizar una inspección y conformar un presupuesto. “El arquitecto llegó convocado por San Luis Constructora Sapem para hacer un detalle de lo que demandaría la recuperación de los sectores que están más dañados en el edificio. En una primera etapa será para impedir que continúe el proceso de deterioro, que no comprende sólo el derrumbe de la pared, sino otro sector ubicado sobre el lateral este, contiguo a la pared que lo separa de la fábrica de alfombras, que muestra una zona de posible debilidad”, informó Ana María Saenz, arquitecta de la Sapem.
La funcionaria anticipó que el informe lo recibirá a fines de esta semana y después lo elevará “al dueño del edificio, que es el Estado provincial, para que las áreas involucradas decidan cómo continuará el proceso”. Saenz estimó que el diámetro del boquete del muro es de un metro y medio, y sobre su recuperación señaló: “Vaca me anticipó qué se haría con las técnicas que se utilizan con el adobe y que existen en otras construcciones de una época similar”.
Aunque aclaró que ella no es experta en este tipo de materiales, señaló que el arquitecto riojano “se refirió a una técnica de restauración con la colocación de ladrillos crudos. Porque hay que sacar lo que se deterioró por acción de la humedad y que perdió su forma original. Todo eso se transformó ahora en una mole de barro y hay que extraerla y colocarla a la usanza de aquella época”.
Lo que desencadenó el boquete en el muro ubicado sobre la calle 25 de Mayo fue que los desagües del techo estaban tapados. “El agua comenzó a correr por lugares que no estaban previstos y esto generó que el adobe se impregnara de humedad hasta que se licuó y derrumbó”, indicó y además aclaró que "los conductos en este momento están limpios porque ese trabajo se concretó cuando instalaron los puntales que aún sostienen el muro".
Sobre la fecha de comienzo de la obra no se habló con el especialista, pero Saenz dijo que “la reparación de ese boquete no llevará mucho tiempo. Hasta que no nos llegue el informe no podemos avanzar con la obra porque nosotros no tenemos ese edificio a cargo. Lo que se ha hecho es preservarlo con los puntales para que no avance más su deterioro”. Y anticipó que no es una obra normal porque requiere de mano de obra especializada: “En San Luis hay gente que se dedica a la construcción con adobe que puede hacer los trabajos de restauración. No es mucha, pero todavía quedan algunos albañiles”.
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