"En varios casos han sido la prueba más contundente"

Uno de los últimos casos que tuvimos en el juzgado, en el último turno (entre el 21 y el 31 de marzo), fue el robo de una moto frente a una farmacia, en Belgrano y la Vía Rivadavia. Y lo esclarecimos gracias a las cámaras de seguridad, que son muy útiles”, afirmó una secretaria del juzgado Penal Nº 3 de la capital, a cargo de la jueza Virginia Palacios.
La funcionaria judicial agregó que el video aportado por el Ministerio de Seguridad a través de sus oficinas subalternas “fue la prueba más contundente” para incriminar a los autores del robo, cometido a las cuatro de la tarde. Recordó que la filmación muestra los tres minutos que tardaron los ladrones en violar el sistema de seguridad del vehículo, subirse y escapar con él.
El 29 de diciembre del año pasado, cerca de las siete de la mañana, Matías Franco Albornoz, de 20 años, que iba como acompañante en una moto, murió en la avenida Eva Perón (ex corredor vial central) y la calle Europa.
El conductor de la Motomel, Martín Emiliano Lucero, denunció que la caída mortal que sufrieron fue provocada por un automovilista, Franco Gonzalo Pizarro.
En este caso, las cámaras de seguridad sirvieron para demostrar que Lucero no decía la verdad. Al desacreditar su versión, las filmaciones del sistema de seguridad público sirvieron para aclarar que Pizarro no había tenido ninguna responsabilidad en el accidente.
Lucero lo habría responsabilizado porque mantienen una vieja rivalidad.
Hubo otro caso en que la filmación de la videovigilancia fue clave: sirvió para demostrar que un policía que había denunciado el robo de su arma mentía.
“Las imágenes tienen una definición increíble. El sistema es útil. Lo será más cuando haya más cámaras", dijo la secretaria.