“Este mismo fin de semana venían dos chicos en auto, delante nuestro, que se salían del carril. Si yo llevo mi auto no voy a tomar, definitivamente. Están re bien los controles”, opinó Dania Márquez, una estudiante de 19 años. Su comentario graficó lo que pretende la ordenanza del “conductor designado”: que quien maneje un vehículo, durante el día o la noche, sea consciente de no ingerir ninguna bebida alcohólica. La normativa tiene carácter voluntario y empezará a regir después que realicen algunas pruebas piloto los fines de semana siguientes. Algunos jóvenes y propietarios de bares y boliches coincidieron en que es una buena herramienta de prevención, pero también pidieron más campañas de concientización vial.
El Concejo Deliberante aprobó la ordenanza el pasado 30 de abril.
Desde que la aprobó el Concejo Deliberante, el pasado 30 de abril, quedó instalado el debate. A la salida de la facultad, los jóvenes entre 19 y 25 años coincidieron en que es una acción más para preservar la vida de la ciudadanía, aunque, primeramente, pocos estaban al tanto de las características de la ordenanza.
“Creo que va mas allá de que sea una obligación o exigencia, creo que todo pasa por educar y concientizar, uno cuando va manejando en esas condiciones tiene a cargo su vida y la de sus amigos y está expuesto a todo, y en los boliches que tienen rotonda, está oscuro, es una locura, hay que tomar conciencia”, expresó Mirna Benítez. Como ella, el grupo de amigos a su alrededor asintió con la cabeza.
Ayer estuvieron reunidos el personal de las diferentes áreas del Ejecutivo Municipal involucradas (Transporte, Educación Vial, Carné de Conducir y Control Vial del UCIM). La normativa regirá durante las 24 horas y no sólo para boliches o pubs nocturnos, sino que involucra a todos los lugares donde el consumo de alcohol está permitido (pizzerías, restaurantes y bares). "La idea es planificar el regreso a casa, porque uno organiza cómo ir a un lugar pero nunca piensa en cómo va a volver, sin ningún daño físico", explicó Eugenia Etchehún.
Si bien aún no detallaron cómo será su implementación, Roberto Schwartz explicó que “antes de entrar al boliche se le hace el test de alcoholemia, se le da un distintivo, generalmente una pulsera y, una vez que la gente se retira del lugar, se le hace nuevamente. Si le da negativo pueden irse a sus domicilios, en el caso que tenga niveles de alcohol importantes vendrá alguien a buscarlo o esperará que le baje el nivel”. Aún definen si el elegido deberá dejar su licencia o los datos de la placa del vehículo.
Durante los fines de semana siguiente harán pruebas piloto para "hacer una reglamentación aplicable, así uno visualiza cosas que a simple vista no se tienen en cuenta", sostuvo Etchehún.
“Esto es voluntario y preventivo. Queremos que la gente tome conciencia y pedimos a los dueños de los establecimientos que nos ayuden, hemos tenido algunas charlas y hay una buena predisposición de su parte”, dijo Schwartz.
Para los dueños de los comercios consultados es importante que a la salida haya controles. "No tendríamos problema en colaborar porque estamos de acuerdo con la medida. Generalmente, durante el día no hay mucho consumo de alcohol como pasa en la noche, cuanto mucho toman una cerveza cuando vienen a cenar, no he visto gente alcoholizada. Creo que esto evitaría un montón de accidentes o incidentes que puedan ocurrir en la calle", comentó Neri, encargada de uno de los restaurantes céntricos.


Más Noticias