La Policía había iniciado una investigación con el propósito de recuperar dos escopetas que habían sido robadas en campos cercanos a Villa Mercedes, hace un mes. Las pistas llevaron a una casa de la calle Zabala Ortiz, de esa ciudad, donde los agentes se encontraron con la sorpresa de que había otras cinco armas y un chaleco antibalas de la Policía de San Luis.
"El hombre que tenía las armas quiso acreditar la procedencia con recibos sin validez"
Además, hallaron una moto y tres motores, sin documentación.
"La medida era para recuperar dos escopetas. Pero como había otros elementos sin documentación o con la numeración adulterada, pedimos una ampliación de allanamiento", informó el subcomisario Juan Carlos Acevedo, jefe de la Brigada de Investigaciones Criminales de la Unidad Regional II Metropolitana.
El procedimiento fue ordenado por el juez Penal Nº 3 subrogante Alfredo Cuello, lo que permitió a la Policía a ingresar el viernes a las 17 al domicilio de Héctor Walter Gómez, de 45 años, quien no se resistió a la medida judicial y autorizó a los agentes a que requisaran su morada.
El hombre adujo que le había comprado las armas a distintos vendedores porque las coleccionaba.
"Exhibió recibos que carecen de validez legal para acreditar la procedencia", explicó Acevedo.
Las armas que los investigadores secuestraron, fueron cuatro escopetas, dos calibre 14 milímetros, una de 12 y la restante, una de doble caño; un rifle culata recortada calibre 12 milímetros; una pistola calibre 9 milímetros, limada, y un aire comprimido.
También había un chaleco antibalas de la Policía de San Luis. Al parecer, Gómez le habría comprado el uniforme a un ex aspirante de auxiliar de Policía que fue separado de la fuerza. "Tenía una denuncia por abuso de armas" comentó el subcomisario. "Ahora las averiguaciones son para confirmar a qué comisaría pertenecía" agregó.
En ese domicilio también funciona un taller de motos. Por lo que uno de los peritos controló la numeración de tres motores, todos de rodado 110 centímetros cúbicos, que estaban fuera de los chasis. Al corroborar con la central de Policía, establecieron que uno, de marca Honda, tenía pedido de secuestro, ya que había sido denunciado como robado en la Comisaría 9ª, en 2012.
Sin embargo, los otros dos, Guerrero y Brava, quedaron a disposición de la justicia, porque tenían adulteración de números que los identifica.
En otro sector de la propiedad había una Honda CB 250 roja, tipo Cross, que le faltaba la tarjeta verde u otro documento en donde esté registrado el nombre del propietario, y la numeración del motor tenía anormalidades en la impresión.
Gómez fue llevado a la sede de la Brigada de Investigaciones Criminales para que diera una declaración informativa, acompañado de su abogado defensor.
Luego el magistrado ordenó liberarlo, pero está imputado por tenencia ilegal de armas de fuego de uso civil condicional, procedencia de rodado y receptor sospechoso.
LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casaMás Noticias
