Fueron unos 50 minutos pero que duraron mucho más para los habitantes de Fortuna. En ese breve lapso de tiempo cayeron aproximadamente 96 milímetros de agua que tardarán en irse y dejarán su marca indeleble y eterna en muebles y paredes de muchas casas y edificios de la localidad.
El intenso aguacero que se desató a las 7:25 y tuvo su final las 8:15 dejó un racimo de calles inundadas, casas con agua en el interior, filtraciones en la mayoría de los techos de la pequeña localidad sureña, incluyendo los de la escuela, que obligó la suspensión de clases y la evacuación preventiva de dos familias a las que buscaban un lugar para ubicarlas.
El intendente de Fortuna, José Muñoz, en diálogo con El Diario dio un panorama sobre la situación en la que quedó el pueblo: “Más que anegadas tenemos calles inundadas, sobre todo en los barrios 12 Viviendas y Viviendas Productivas. Estamos tratando de desviar el tránsito por que las oleadas de agua que producen los vehículos provocan más ingreso de agua a las viviendas”.
“El problema fundamental es que colapsó el bajo hacia donde desagota el agua y eso generó un tapón que no permite el drenaje. Después de recorrer la zona solicité la asistencia de San Luis Solidario”, dijo con voz agitada Muñoz, tras realizar una recorrida por el pueblo.
Por otra parte, la directora del escuela Manuel Láinez, Mónica Fernández informó que suspendieron las actividades en el turno mañana y llevaron en sus propios autos a los nueve alumnos que habían asistido a clases". La escuela tiene una matrícula total de 233 estudiantes.
“Vivo en la localidad desde el año 88 y no recuerdo un diluvio similar”. “Las cargas de las paredes de las aulas se inundaron y el agua drenó, fueros minutos de mucha angustia para la localidad”, expresó la Directora.
Una situación similar se vivió en la localidad de Nueva Galia, separada por pocos kilómetros de Fortuna. Allí informaron que cayeron aproximadamente 82 milímetros en una hora pero no tuvieron que socorrer a ninguna familia.
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