Cristian Walter “el Mono” Allende estuvo doce minutos adentro del Juzgado del Crimen Nº 3 de San Luis, entre las 20:15 y las 20:27 de ayer. Los pasillos estaban despejados, y las oficinas vacías, silenciosas y oscuras. Así y todo, Allende, el último detenido por el asalto en el que ejecutaron de un tiro a Angélica Araneda, entró a la audiencia fuertemente custodiado por policías de la guardia del Poder Judicial y otros del Cuerpo de Operaciones de Alto Riesgo. En su paso fugaz por la oficina se negó a declarar.
En 2006, "el Mono" fue acusado de asesinar a un vecino del barrio Eva Perón, Ramón Gilaver.
En verdad, la indagatoria de “el Mono” se había fijado para las 18. Pero él no sería el primer sospechoso por el homicidio que se entrevistaría ayer con la juez Penal Virginia Palacios.
Una hora y nueve minutos antes de que lo hiciera “el Mono”, entró al juzgado Andrés “el Bibi” Rojas, el primer arrestado que tuvo la causa. Aunque salió como entró, esposado y encapuchado, la magistrado lo notificó de que le había dictado la falta de mérito. (Ver página 20).
Y antes, a la siesta, Palacios le había comunicado al segundo adolescente que se entregó que lo procesaba por homicidio en ocasión de robo calificado por el uso de arma de fuego, al igual que al chico de 16 años que confesó ser parte del trío que cometió el atraco en lo de Angélica.
Después de la detención –fue el domingo a las 18 en el barrio El Lince, en San Luis–, la familia de Allende se puso en contacto con los abogados Alfredo García Garro y Guillermo Levingston. Los penalistas llegaron al juzgado pasadas las 18 y le pidieron permiso a los empleados para leer de modo rápido las pruebas de cargo incluidas en el sumario.
Como la indagatoria se atrasó, los defensores preguntaron si había posibilidad de posponerla hasta hoy a la mañana. Les contestaron que no. Los abogados debieron armarse de paciencia y esperar.
Por lo que trascendió, no habían podido dialogar de modo extenso con su cliente. Preveían hacerlo después de la indagatoria. Otra de las tareas que realizarían era la lectura de los tres cuerpos que componen el expediente, que se llevaron en préstamo para hacer una copia.
Pidieron una prórroga de la detención de ocho días. “En estos días la defensa verá qué medidas de prueba requerirá. No descarta hacerlo declarar. Y asevera que Allende no fue la persona que efectuó el disparo” que acabó con la vida de Angélica, refirió una fuente judicial. Hay versiones que indican a “el Mono” como quien gatilló.
El mismo informante contó que los abogados dijeron que, "por lo que surge de algunas declaraciones, lo que está en el expediente, Allende en ningún momento entró con arma ni efectuó disparo alguno”. E indicó que recordaron que la Policía no secuestró armas en los allanamientos que hizo.
Agregó que los penalistas admitieron que Allende conoce a Rojas del barrio: ambos jóvenes viven y tienen conocidos en el barrio Eva Perón. Pero se abstuvieron de referir si “el Mono” tiene algún tipo de vinculación con los dos adolescentes sospechados, contó.
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