La Argentina y los "holdouts" (bonistas que no entraron a los canjes de deuda) comenzarán a negociar la próxima semana bajo la supervisión del juez de Nueva York, Thomas Griesa, quien ayer habría dicho que la calificación de "extorsión" que la presidente Cristina Fernández le otorgó a los fallos judiciales "es un problema".
Tras el rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos a tomar el caso argentino, Griesa convocó ayer a las partes a una audiencia en su juzgado para iniciar contactos.
Griesa: "No me da confianza de que haya un compromiso de buena fe para pagar las obligaciones"
Según reportes de agencias internacionales Carmine Boccuzzi, uno de los abogados patrocinantes del Gobierno en EE.UU., confirmó que "la semana próxima" se acercarán funcionarios argentinos al tribunal para iniciar las negociaciones. "Me han dicho que el plan es estar acá la próxima semana para negociar con los holdouts para resolver esta situación", expresó el abogado del estudio Cleary Gottlieb.
De acuerdo a una versión que circuló con fuerza en Nueva York y en Wall Street, la Argentina habría ofrecido a los fondos buitres un pago inmediato en efectivo que oscilaría entre los 200 y 300 millones de dólares para evitar el default y posibles embargos a los pagos por la deuda ya reestructurada. El plan incluiría un pago adicional con bonos, a partir de enero próximo.
Con el pago, el fondo NML de Paul Singer amortizaría el gasto del juicio contra la Argentina y la inversión hecha en los bonos.
A cambio de ese adelanto, los fondos buitres levantarían el pedido de embargo de bienes, el país evitaría el default y podría pagar con tranquilidad el vencimiento del bono Discount del 30 de este mes, por 900 millones de dólares.
También le permitiría ganar tiempo ya que la resolución del conflicto pasaría para 2015, cuando ya esté vencida la cláusula Rights Upon Future Offers (RUFO), que le da derecho a los demás acreedores a reclamar una solución similar a la que logren los fondos buitres.
Ante la oferta argentina, el representante de los fondos Elliot y NML, Robert Cohen, dijo: "Si quieren hablar sobre un acuerdo, ellos ya saben dónde encontrarnos".
Theodore Olsen, representante del fondo NML, exigió a los delegados de la Argentina explicar cuál es la propuesta, pero los abogados del país señalaron que recién será expuesta la semana próxima.
Según un abogado que estuvo en la audiencia, Griesa criticó las expresiones públicas de la Presidente, quien calificó como una "extorsión" la negativa de la Corte Suprema estadounidense de tratar el caso argentino.
"No me da confianza de que haya un compromiso de buena fe para pagar las obligaciones", habría agregado Griesa, quien advirtió que pondrá en marcha un mecanismo legal para que la Argentina "no pueda tomar en broma" las sentencias de su juzgado. Según un abogado familiarizado con estos procedimientos, la expresión podría implicar "que la Argentina tenga que hacer previamente un depósito de buena fe para que todos se aseguren el cumplimiento de lo que se proponga".
Sobre el cambio de jurisdicción, Griesa advirtió que un canje de deuda por títulos bajo legislación argentina violaría sus fallos previos.
Por lo tanto, si la Argentina aplicara este plan entraría en "desacato" con la Justicia de los Estados Unidos y al intentar realizar los pagos, sería declarada en default técnico por las calificadoras de riesgo crediticio.


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