SAN LUIS - Viernes 10 de Mayo de 2024

SAN LUIS - Viernes 10 de Mayo de 2024

EN VIVO

Darán una capacitación para ayudar a chicos con autismo

Por redacción
| 27 de junio de 2014

Una mirada sin destino, ausente, desconectada puede ser señal de un Trastorno del Espectro Autista (TEA) y la ayuda profesional hace la diferencia. Para tener en la provincia especialistas en acompañamiento de pacientes con este  síndrome, la Universidad Católica de Cuyo organiza un diplomado de seis meses que comenzará el 17 de julio y se cursará el segundo sábado de cada mes. Se trata de una propuesta pensada para acompañantes terapéuticos, docentes, trabajadores sociales, psicólogos, psicopedagogos, fonoaudiólogos y graduados de carreras similares.

 

El rasgo principal de la enfermedad es la dificultad para conectar con el entorno.


“Los chicos con autismo tienden a excitarse o descontrolarse porque, según las últimas investigaciones, no pueden filtrar los sonidos. Nuestro sistema psíquico filtra los sonidos. Ellos registran todos al mismo tiempo y los perturba enormemente. El acompañante ayuda a moderar esas situaciones”, aseguró Graciela Bustos, coordinadora de la carrera de Acompañamiento Terapéutico y responsable del diplomado en la UCCuyo,

 


La idea es que un profesional formado pueda ayudar en la integración de los chicos autistas en ambientes educativos, pero también en otros contextos fuera del hogar. Bustos comentó además que con la sanción de la ley 24.901, que ampara a personas con discapacidad, se les garantiza a los chicos con autismo la escolaridad en escuelas convencionales o especiales, según convenga, pero con un acompañante especializado..

 


Acerca de las habilidades de chicos con el trastorno, Bustos manifestó que hay casos en que saben hasta seis idiomas sin que nadie se los haya enseñado, y que en un momento se pensó que se trataba de superdotados por su gran capacidad memorística; pero luego se concluyó que desarrollan habilidades específicas. “El autismo es una enfermedad sobre la que aún no están claras las causas. A medida que avanzan las investigaciones tenemos más recursos para discriminar cuándo un chico tiene problemas en el desarrollo evolutivo, un síndrome de Asperger u otros con elementos en común que ubicamos dentro del espectro autista. La principal característica es la dificultad de comunicarse y vincularse”, dijo. La académica agregó que como en el síndrome de Down, cada caso es particular y el grado de avance varía en cada sujeto.

 


Ponce enfatizó que lograr un diagnóstico temprano mejora las posibilidades de evolución del paciente, porque se debe empezar cuanto antes a trabajar con “técnicas de revinculación para que el chico pueda  valerse por sí mismo”. Por esto señaló que hay que estar atentos cuando el bebé no sostiene la mirada y no sigue los objetos con ella, también cuando no se alarma con ruidos fuertes y no responde a los estímulos. “Las mamás se dan cuenta que algo raro pasa. A lo mejor no pueden especificar qué, pero el nene no sonríe, no se conecta. La sensación es que el niño está desconectado del ambiente. Parece estar en otro mundo. Hay mamás que recién al año y medio lo perciben”, explicó.

 


En caso de duda, Bustos aconsejó consultar al pediatra y conseguir una rápida derivación a un psicólogo especialista y a un neurólogo. “Está alterado todo lo sensorial. Hay motivos para creer que está relacionado con un problema neurológico, pero no está del todo comprobado. La teoría dice que como no puede procesar, ordenar, filtrar toda la información que le llega de afuera, la persona se cierra”.

 


Compañía como profesión

 


El acompañamiento terapéutico es una profesión específica. Hace 10 años se oficializó como tecnicatura. En 2007 se sancionó la ley que regula la profesión en la provincia. “Es un rol en construcción todavía desde el punto de vista teórico. Esta propuesta apareció con el doctor Eduardo Kalina, que empezó a ver que había pacientes que no adherían a los tratamientos, sobre todo pacientes adictos. Entonces propuso un acompañamiento hombro a hombro; en lugar de internarlo, trabajar en la casa del paciente, en la vida cotidiana. Esto fue por la década del '60”, reveló Bustos. 

 


En relación al rol, la académica definió: “Contiene emocionalmente a los sujetos, porque puede pasar muchas horas con el paciente, lo conoce, puede prever las crisis, y contenerlo cuando las tiene”. También puntualizó que es una tarea que exige mucho desde lo emocional, requiere equilibrio, tranquilidad, y conocimientos sobre psicopatología y psicología evolutiva para poder entender lo que le está pasando el paciente y actuar en consecuencia.

 


En San Luis está la Asociación Sanluiseña de Acompañantes Terapéuticos (ASAT), que puede dar referencias sobre los acompañantes matriculados que están en condiciones de prestar el servicio en la provincia.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo