Mascherano: “Es un Mundial difícil, más lento”

Desgrabamos y ordenamos la entrevista con Javier Mascherano, antes de armar los bolsos y dejar el Hotel Master Express, en el centro histórico de Porto Alegre.
El día después del éxito albiceleste confirma aquello que les conté ayer, que la pasión le había ganado a la naturaleza, y pese a la lluvia todo fue celeste y blanco, con el sol a pleno. En la misma noche pos Argentina 3–Nigeria 2, regresaron los nubarrones, lloviznó y ayer amaneció nublado y lluvioso, con los más de cien mil compatriotas regresando a sus hogares y los periodistas marchando a Belo Horizonte, para seguir de cerca a los de Sabella.

“Sé qué rival nos conviene a nuestro juego, pero no voy a decirlo”

Palabra de subcapitán
Javier Mascherano caminó la zona mixta de atención a la prensa, en el estadio Beira Río de Porto Alegre, y lo hizo en un sector que es semejante al recorrido en zig-zag que uno debe hacer para pagar las facturas en el banco, con el triple de largo y el doble de ancho. El volante central habló sin prisa y sin pausa.
El Diario de la República participó del ida y vuelta con un Masche sereno, preciso y analítico:
De Messi, a quien conoce en profundidad de tenerlo en el día a día en Barcelona, Masche dijo que no lo sorprende y redobló la apuesta: “Puede rendir más, es un chico que cada tres días ha venido haciendo esto hace cinco años y de forma ininterrumpida”.
“En lo personal no hablo de mi rendimiento, se lo dejo a ustedes, pero en equipo fue lo mejor hasta acá, con cosas para mejorar. Se vio a un equipo más rápido, la posesión de la pelota la tuvimos nosotros y pudimos hacer pases entre línea que es donde hacemos daño”, así el mediocampista, que en Barcelona juega de defensor centro, analizó el partido y lo sucedido en los tres juegos del grupo.
“Jugamos con más circulación de pelota, no creo que con más intensidad. El hecho de circular más rápido hace que movamos al rival, que no lleguen a cubrir los espacios y ahí sacamos diferencias con nuestro juego”.
De las situaciones que creó Nigeria, se permitió pensar en voz alta: “Tampoco creo que nos hayan superado, hay que darle mérito a la efectividad que tuvieron”.
Al desgrabar la entrevista, recurro a las estadísticas entregadas por la FIFA pos partido. Y los números no admiten doble lectura: Nigeria generó doce remates al arco, siete concretos. Y Argentina dieciocho de los cuales trece pusieron en aprietos a Enyeama, el buen arquero del Lille de Francia.
Masche, pensando en el rival de octavos de final no quiso entrar en comparaciones sobre si debe jugar Agüero, que se retiró lesionado con una molestia en el muslo izquierdo, o Lavezzi, que ingresó muy bien; prefirió un análisis más profundo: “Tenemos que tener equilibrio. Tienen características distintas, Lavezzi es un jugador que juega de extremo en su equipo (París Saint Germain), entonces está acostumbrado al retroceso. Nosotros venimos jugamos con tres números 9 (Higuaín, Agüero y Messi), y Lavezzi es más extremo que delantero centro”.
Para el subcapitán, este mundial tiene particularidades que no habría que dejar pasar por alto: “La velocidad de los partidos que vemos es otra, es un mundial en Sudamérica y es más difícil, el pasto de la cancha es más seco que en Europa; además el clima, el calor, hay variables que hacen que no se juegue con la velocidad con la que se juega en Europa. Se juega más a lo sudamericano y esas variables ojalá favorezcan a los equipos sudamericanos, eso significaría que tendríamos más chances”, sentenció y a la vez bromeó: “Holanda no es sudamericano y está jugando  muy bien”, rubricó el nacido en San Lorenzo (Santa Fe) hace treinta años.
De la base del equipo solo Gago juega en el fútbol argentino, el resto lo hace en torneos europeos, de ahí el detalle de Mascherano, de que en esta Copa se juega a otra velocidad, más lento, dentro de la cual está la Selección Argentina de futbolistas europeizados.
“Sé qué rival nos conviene a nuestro juego, pero no voy a decirlo”, marcó cuando aún no se sabía si se jugaría ante Suiza o frente a Ecuador.
La respuesta encubierta de Masche era Suiza, porque está claro que a Argentina les molesta equipos que se les cierren demasiado, y le favorece aquellos más frontales.
Masche levantó la cabeza, nunca dejó de mirar a los ojos de quienes le preguntábamos (eso hacen los tipos con certezas) y finalmente buscó el micro que minutos después trasladó al plantel al aeropuerto y de ahí a Cidade Do Galo, donde ayer ya entrenó con la cabeza puesta en Suiza, oponente de octavos de final, el próximo martes 1° de julio, a las 13, en San Pablo.