Los conductores del subte realizan el segundo día de huelga horas antes del partido amistoso entre Brasil y Serbia, preparatorio para el Mundial que comenzará dentro de seis días.
La Tropa de Choque de la Policía Militarizada lanzó gases lacrimógenos y balas de goma contra un grupo de sindicalistas que intentó bloquear el ingreso a la estación de Ana Rosa, al sur de San Pablo, donde el paro afectaba a cientos de miles de usuarios.
"Lamentable", respondió la presidenta Dilma Rousseff cuando un periodista le preguntó ayer su opinión sobre el paro de los trabajadores del subte de San Pablo.
Un cordón policial fue colocado para evitar que el público invada, nuevamente, la estación Corinthians-Itaquera, próxima al estadio Itaquerao donde el jueves próximo se disputará el partido de apertura de la Copa del Mundo.
El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, que movilizó unas 10.000 personas en una protesta realizada el miércoles, amenazó con cercar el estadio Morumbi.
NA
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