El papa Francisco realizó este domingo un gesto histórico en el Vaticano al reunir, para una inédita plegaria por la paz en Medio Oriente, al presidente israelí Shimon Peres y al líder palestino Mahmud Abas.
Antes de iniciar el acto, Francisco recibió primero al presidente a Peres y luego al líder palestino Mahmud Abas en su sencilla residencia privada dentro del Vaticano, la Casa Santa Marta.
Peres y Abas se saludaron allí en forma calurosa en presencia del papa, quien no escondió su rostro de satisfacción.
En la mañana, ante los miles de fieles que asistieron al ángelus en la plaza de San Pedro, el papa agradeció a todos los que han rezado por el encuentro entre Peres y Abas, desatando fuertes ovaciones.
El acto, que incluyó oraciones y meditaciones en hebreo, inglés y árabe, así como cortas piezas musicales, fue particularmente sobrio y conmovedor.
El papa argentino, cuya popularidad crece entre católicos, judíos y musulmanes, lanzó de forma inesperada durante su viaje en mayo a Tierra Santa esta audaz iniciativa con el deseo de acercar a israelíes y palestinos, particularmente distanciados tras el fracaso en abril de las negociaciones de paz.
Francisco explicó a la prensa que sería "una locura" que el Vaticano hiciera propuestas de paz o mediara en las negociaciones, por lo que no se esperan frutos inmediatos del encuentro de 60 minutos. Se trata sobre todo de un gesto simbólico para defender e invocar la paz.
El jefe de la Iglesia católica desea mostrar con hechos que las tres religiones monoteístas -cristiana, judía y musulmana- además de tener raíces comunes pueden trabajar juntas por la paz.
AFP-NA


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