Caso Araneda: reconocieron a un chico que confesó estar en el robo

La hija de Angélica Araneda, la mujer que fue asesinada en un asalto en su casa, enfrentó ayer con gran entereza, según contó una fuente, una medida de peso en la investigación del caso. En dos reconocimientos en rueda de personas señaló al adolescente de 16 años que se entregó el jueves en la Justicia como uno de los partícipes. E identificó de modo parcial al chico de igual edad que se puso a disposición de los investigadores el viernes y fue indagado ayer.
Con seguridad el trámite no fue nada fácil para Paula Daniela González Araneda. Hace tan sólo 12 días, el martes 27 de mayo cerca de las 9, la chica de 18 años estaba con su mamá, Angélica, y su hermano de 11 años cuando tres delincuentes entraron a su domicilio. Ella dormía cuando uno de los asaltantes irrumpió en su dormitorio. Y estaba a centímetros de su mamá cuando uno de ellos le gatilló.
La joven notó esa mañana que había movimientos y ruidos extraños en la casa, y vio que alguien intentaba prender la luz de su habitación. Como esa persona no lograba su cometido –la llave debe ser apretada con fuerza para que la luz encienda–, Paula se levantó y accionó el botón. La claridad le mostró ahí, tan cerca, a uno de los asaltantes.
Antes del reconocimiento, la joven prestó una declaración en la que los investigadores le pidieron datos puntuales. La interrogaron sobre cuántos eran los integrantes de la banda: ratificó que eran tres. Le consultaron si podía describirlos, y lo hizo en términos similares a la declaración que había dado de modo previo ante los policías de la División Homicidios. Le preguntaron si estaba en condiciones de reconocerlos, y dijo que sí. Aseguró que no volvió a verlos después del atraco.
La juez Penal Nº 3 Virginia Palacios dispuso que los dos menores que se entregaron –uno lo hizo el jueves, y otro al día siguiente– fueran sometidos a la medida. Los investigadores y abogados buscaron personas para integrar la rueda.
Paula debió poner en juego su capacidad de evocación dos veces, en dos reconocimientos distintos, que se hicieron a la siesta. Cerca, para acompañarla ante lo doloroso de estar frente a quienes le arrebataron la vida de su mamá, estaba Andrés González, su papá.
A Paula le tomaron el juramento de ley antes de entrar a la sala para la primera parte del trámite. Frente a ella había cuatro chicos, todos bastante parecidos. “Dijo que uno de los asaltantes era el 1 o el 4”, refirió una fuente. El primero en la fila era el menor que se entregó el viernes.
Con ese reconocimiento parcial, lo que surgió de la declaración del otro menor –que dijo que ese adolescente es una de las dos personas que habían entrado con él en la casa–, y la declaración de Andrés “El Bibi” Rojas y la mujer de éste –quienes también sindicaron a ese chico como partícipe del atraco por versiones que escucharon, según explicaron–, la juez Palacios instruyó sumario, ordenó que lo alojaran en la Comisaría del Menor y lo llamó a declaración indagatoria. Se abstuvo de declarar. Está imputado por homicidio en ocasión de robo calificado por el uso de arma de fuego.
Luego se hizo la otra rueda. El menor que confesó que estuvo en el asalto es delgado, alto, de cabellos y ojos claros. La hija de la fallecida lo señaló de modo contundente. Si bien el delincuente tenía la cabeza y el rostro tapado –al parecer, se cubría con un gorro de lana o de tela polar negro y un cuellito del mismo color–, la joven lo identificó por la altura, la contextura y los ojos.