La fiebre por la final mundialista en Brasil se puede sintetizar con un verso de una canción de La Renga: “Loco de pensar queriendo entrar en razón y el corazón, tiene razones que la propia razón nunca entenderá”. Al principio hubo apatía porque el viaje salía caro (los paquetes costaban como mínimo 50 mil pesos) pero ahora, a un paso de la gloria, nadie quiere perderse el espectáculo. En las agencias de turismo aseguraron que en las últimas horas crecieron las consultas para ver la final de mañana en el Maracaná entre Argentina y Alemania. Los operadores reconocieron que varios se han ido “a la buena de Dios”, y que la gente sacó como pudo pasajes en colectivo o avión. En Brasil confían que algún hincha venda su entrada para poder ver la final, ahora que la verdeamarelha sólo podrá pelear por el tercer puesto contra la selección holandesa de Louis Van Gaal.
"Está complicado conseguir pasajes porque toda la Argentina se quiere ir a Brasil”
Entre esos valientes que dejaron todo está Darío Alaniz. “Busqué precios en internet y me vine a Córdoba porque los pasajes en avión están muy caros”, explicó. En el colectivo en el que viaja van otros 50 hinchas que están igual que él, sin entradas. “Si consigo allá, la compro pero tampoco voy a pagar locuras como diez mil dólares. La idea es estar allá y vivir todo ese folclore bien de cerca”, sostuvo el periodista deportivo quien aprovechó unos billetes que tenía ahorrados para mandarse a Brasil.
“La gente se arriesga más con el fútbol y es capaz de pagar un precio alto, pero en un viaje normal piensan más su decisión. Si el Mundial hubiese sido más accesible, se hubiera ido la mitad del país”, sostuvo Eugenia, vendedora de Alituris.
Sin embargo, ahora hay pocos cupos para volar. Otro de los escollos que tenían que sortear los interesados fue el poco tiempo para realizar el viaje en colectivo. “Deberían ver la forma de llegar hasta Brasil, porque sólo ofrecemos un paquete que incluye el alojamiento y las entradas”, comentó la vendedora de Alituris.
Las personas que habían consultado en las agencias han sido incluidos en una suerte de "lista de espera". Había que encontrar cupos con sus vendedores y de ahí, si existía la posibilidad, les avisaban a los clientes qué podían hacer. Hoy todos quieren ir a Brasil, aunque los comerciantes explicaron que las expectativas fueron en aumento de a poco, como la performance del equipo comandado por Alejandro Sabella en el campeonato. “Cuando pasamos a octavos empezaron a aumentar los precios y casi no se conseguían. Nunca vi algo así, jamás tuvimos un Mundial tan cerca en los últimos años y eso motivó a los hinchas”, aseguró Eugenia.
En Villa Mercedes pasó algo parecido. La vendedora de Interturis, Silvia Martín, dijo que para la final los clientes han comprado generalmente el viaje aéreo y una noche de estadía, con la intención de encontrar un lugar más barato donde dormir. “Gastan cualquier cosa porque en la gran mayoría se trata de hombres que van solos”, concluyó.
El pasaje cuesta 4 mil dólares ida y vuelta en avión. Pero en las agencias indican que el paquete completo para la final (que incluye alojamiento por tres noches y entrada) hay que desembolsar 13.700 dólares, más 4.200 dólares por impuestos que aplica el Gobierno. “¡Qué locura!”, cerró la dueña de Viajes No Comunes, Patricia.
En estos gastos está contemplada la asistencia médica, que tiene un valor de 350 dólares por día aunque su precio baja a medida que se contrata una mayor cantidad de jornadas. El servicio incluye gastos de internación o una posible consulta con un profesional.
Los precios “mundialistas” son cualquier cosa menos normales. Por ejemplo, ir este verano a Búzios, Brasil, durante siete días con media pensión (desayuno, pasaje y cena) cuesta 2.400 dólares.
Para Miguel, vendedor de Dasso Viajes, el furor a último momento por ver a la selección no quita el hecho de que el Mundial ha tenido una cotización muy elevada. “Los valores son prohibitivos para los argentinos. Muchos creían que iba a estar más barato pero para este campeonato los precios fueron altos desde el comienzo. Los primeros partidos, viaje aéreo y entrada, costaban casi 60.000 pesos. Hay mucha especulación. Cuando publicaron los precios de las entradas en internet había partidos que costaban 200 dólares pero los de Argentina no bajaban de los 1.200 dólares”, comparó.


Más Noticias