Un alemán bien argento

"Me considero cien por ciento argentino. Nací y crecí en el país, al igual que mis viejos. En este momento, siento el mismo dolor que de seguro deben sentir todos en el país”. Con esas palabras Sebastián Lebroz, ni bien finalizada la final mundialista y con visible tristeza en su rostro, describió en carne propia el desconsuelo experimentado a pesar de sus marcadas raíces teutonas.
El dolor mundialista y la horrible sensación de perder un encuentro decisivo ante Alemania no le fueron ajenos. Tampoco para su esposa Alejandra, que desde muy temprano al lado de Sebastián, aguardaron la hora del duelo con exquisita gastronomía. Esta vez, el menú del día no incluyó eisbein -plato tradicional germano-, sino unas ricas empanadas criollas.
Si bien sus ancestros pueden localizarse en la región germana de Bundesländer -lugar en el cual nació su abuelo paterno-, lo cierto es que los Lebroz versión villamercedina, no pararon de alentar ni un instante las apariciones de Higuaín, Mascherano, Messi y compañía.
“San Luis es una provincia importante en la cual coexisten diversas colectividades. La fiesta del inmigrante organizada en nuestra ciudad es muestra de lo que digo, y aunque en mi esencia soy argentino, también recuerdo mis raíces”, cerró Sebastián, quien con rastros de rabia por la derrota se marchó para abrir su pequeño resto bar alemán situado en el complejo “Molino Fénix”.