30°SAN LUIS - Jueves 28 de Marzo de 2024

30°SAN LUIS - Jueves 28 de Marzo de 2024

EN VIVO

"El que falla en la atención es el Pami, no el sanatorio"

Por redacción
| 01 de agosto de 2014
Uno de los médicos del centro de salud aseguró que atienden unos 100 abuelos por día.

“Los afiliados no tienen claro cuáles son los niveles de responsabilidad del sanatorio y no sabemos por qué no se lo explican en el Pami”. Así justificó Andrés Dágata, gerente del Ramos Mejía, el conflicto que existe con los jubilados, que van hasta el edificio de avenida Illia a solicitar consultas médicas, cuando el convenio que la clínica tiene con el organismo nacional incluye internaciones y cirugías de alta complejidad. El representante del centro de salud aseguró que el primer nivel de atención está a cargo del ente estatal y que lo presta a través de los médicos de cabecera. Pero como los profesionales les dan turno con varios días y hasta un mes de retraso, van a la institución y los atienden como pueden.

 

A través de notas, le pidieron a Pami un asesor en el sanatorio y auditorías del servicio.


 La aclaración del gerente surge por el reclamo de las agrupaciones de jubilados y la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), que se reunieron hace dos días en la sede del gremio para expresar todos los inconvenientes que tenían para lograr la atención médica y qué medidas podían tomar para obtener mejoras.

 


“Hace una semana le rompieron el estetoscopio a un profesional y le pegaron porque se demoraba en examinar a una señora que le dolía mucho el oído. Pero el especialista estaba con cuatro o cinco casos graves y al mismo tiempo tenía pacientes que vienen por otros motivos. No nos corresponde verlos a nosotros, sino al médico de cabecera. Pero caen acá por la desesperación, porque los reciben muy tarde”, contó Dágata. Y recordó que no es el primer incidente que tienen con jubilados o sus parientes, que realizan destrozos o agreden al personal del sanatorio, por lo que tuvieron que contratar vigilancia privada.

 


Dágata explicó que las prestaciones se dividen en tres niveles: ambulatorio, de internación y de alta complejidad. En Pami, los dos últimos están a cargo del Ramos Mejía, pero el primero depende del organismo público, que ofrece el servicio con una compañía de emergencias médicas (antes era Assist y ahora es Vittal), el Círculo de Bioquímicos, dos centros de diagnóstico por imagen (Valentini y Bechem) y los médicos de cabecera. Los jubilados deben dirigirse a esos profesionales, que determinan si requieren un especialista o si es necesaria la internación en el sanatorio.

 


Además, el gerente comentó que, en la categoría de las consultas, los pacientes deben abonar los remedios y las inyecciones mientras que al pasar al siguiente nivel, el convenio establece que todas las prestaciones son sin cargo. Y eso también genera confusión en los afiliados. Según el representante del centro de salud, los abuelos van al Ramos Mejía a buscar la consulta y los medicamentos gratuitos, aunque no es lo que la clínica pactó con el organismo nacional.

 


“Para que no les rompan nada en sus oficinas, les toman la queja contra el sanatorio. Cómo le van a aceptar una denuncia del primer nivel de atención médica si el que está fallando  es el Pami, no nosotros. Saben que las personas no debieron venir y si lo hacen es porque estaban con un problema muy grave y no pudieron resolverlo porque no se lo resolvía el médico de cabecera”, afirmó Dágata.

 


Con una carpeta llena de notas, el titular de la clínica demostró que varias veces le manifestaron el conflicto al ente nacional. Y nunca recibieron respuesta. En los reclamos, le pedían que llevaran al edificio de la avenida Illia un asesor de Pami, que les explicara a los jubilados sobre los servicios que pueden recibir en el centro de salud y que el órgano enviara auditores para evaluar las prestaciones, tal como lo hacen otras obras sociales. También le advirtieron sobre las agresiones que sufrían los especialistas y por las molestias y confusiones que generaban las demoras de las prótesis para operaciones.

 


“Hace tres meses nos reunimos con Pami y tres centros de jubilados. Fue una charla de enlace para mejorar entre todos la atención. Cada uno iba a poner su parte. La idea era que no sólo tuviéramos alguien que informara a la gente y un auditor, sino que en las visitas de evaluación participara un representante de las asociaciones locales y que fuera por lo menos una vez por semana”, destacó el titular del Ramos Mejía. La última inspección fue hace una semana y el acta que realizaron los examinadores afirma que no hay ninguna falla en las prestaciones.

 


LA MEJOR OPCIÓN PARA VER NUESTROS CONTENIDOS
Suscribite a El Diario de la República y tendrás acceso primero y mejor para leer online el PDF de cada edición papel del diario, a nuestros suplementos y a los clasificados web sin moverte de tu casa

Suscribite a El Diario y tendrás acceso a la versión digital de todos nuestros productos y contenido exclusivo