Patotearon a dos policías y los dejaron internados

Dos móviles dañados, una casilla policial destruida y dos efectivos internados fue el saldo de un violento disturbio ocurrido ayer a la tarde en el barrio 500 Viviendas de San Luis, cuando un grupo de violentos patoteó a efectivos que fueron a atender una denuncia. Hay dos detenidos, y uno es menor de edad.
Según versa el informe policial, todo comenzó minutos antes de las siete de la tarde, cuando el personal que monitorea las cámaras de seguridad vio en sus pantallas una situación sospechosa que ocurría en la manzana 152 del 500 Viviendas. Convencidos de que dos personas consumían droga en la calle, los operadores llamaron al 911 y denunciaron lo que observaban.
Con la denuncia hecha, el Alférez Principal Franco Sosa fue en un móvil del Comando Radioeléctrico a ver qué sucedía. Una vez que divisó a los sospechosos e intentó identificarlos, uno de ellos huyó rápidamente, pero el otro no fue tan rápido y fue apresado por Sosa, aunque en ese momento comenzó la pesadilla.
Mientras forcejeaba con el hombre, el policía fue atacado desde atrás por un grupo de familiares y conocidos del sospechoso que aparecieron imprevistamente, seguramente alertados por la persona que había huido.
De forma totalmente traicionera, y aprovechando que hasta el momento Sosa no tenía ayuda, una de las personas lo tomó por detrás y entre todos comenzaron a golpearlo. Según estimaron luego, los violentos eran unos 18, entre hombres y mujeres.
Esa golpiza se detuvo momentáneamente con la llegada de otro policía, el Alférez Ayudante Andrés Sosa, que acudió a bordo de otro patrullero justo en el momento en que uno de los agresores iba a lesionar a su compañero con un cuchillo.
Lejos de detener la agresión, el grupo también comenzó a golpear al efectivo recién llegado, además de recibirlo con una lluvia de piedras y escombros que dañó los móviles y una garita instalada en un sector del barrio para cuidar a los vecinos.
Por un momento todo parecía fuera de control, hasta que llegaron los refuerzos, que lograron calmar la situación y detener a dos sospechosos: un hombre de 45 años que vive en la manzana 149, señalado como el principal agresor, y a un hijo de este, de 16 años. Según informaron desde Relaciones Policiales, los integrantes de la patota son, en su mayoría, miembros de las familias Arias y Pastrana.
Los efectivos heridos fueron trasladados a una clínica privada, donde quedaron internados en observación, mientras que los detenidos fueron a parar a la comisaría: el mayor a seccional 6ta y el adolescente a la Comisaría del Menor.
El lugar del incidente quedó convertido casi en una zona de guerra: el móvil 1- 613 sufrió la rotura de parabrisas y abolladuras en el techo y la puerta delantera, mientras que el móvil 1-599 sufrió  la rotura de vidrio de la puerta trasera derecha y algunos abollones, igual que la casilla de vigilancia.
Por el momento, al mayor de los detenidos se le inició una causa por “Averiguación de lesiones, atentado y resistencia a la autoridad; y daños a bienes del Estado Provincial”, con intervención del Juzgado de Instrucción en lo Correccional y Contravencional Nº 1 de San Luis.