El temporal de lluvia y granizo que ayer azotó a la capital puntana dejó una postal casi apocalíptica en el Instituto de Formación Docente y Continua (IFDC). Literalmente. El agua entró por las tres puertas principales y por el techo; llegó a todas las aulas y oficinas y mojó bancos, documentos y material didáctico. Gran parte de las netbooks del programa Conectar Igualdad que iban a ser entregadas en pocas semanas quedaron obsoletas; sus cajas, húmedas y rotas. Las hojas, la tierra y las partes de plantas que arrastró la corriente camuflaron al edificio como si fuera un jardín abandonado y para colmo, hubo que cortar la luz por un cortocircuito.
No habrá clases hasta el miércoles que viene y las mesas de exámenes se posponen una semana.
Fue un verdadero “desastre”, como comentó esta mañana una de las empleadas administrativas, que junto al resto del personal y a los docentes estuvieron limpiando los que el agua dejó.
Las instalaciones del IFDC están en avenida Lafinur 997, donde antiguamente funcionaba el mercado de comercialización de la ciudad. La zona ya de por sí es una colectora del agua que corre por la ciudad (por que la pendiente va hacia el este), pero particularmente este edificio está en un nivel inferior al de la avenida, por lo que es más factible que entre el agua. Ayer, los casi cien milímetros que cayeron en veinte minutos lo demostraron.
“Los viernes y los sábados son los días de mayor actividad, así que cuando llegó el agua la mayoría estaba en clase”, contó Sabrina, que trabaja allí. “El agua entraba por el pasillo principal y de ahí a todas las oficinas. En Facebook pusimos fotos de los chicos, que se subían a los bancos para no mojarse los tobillos”.
“Llamamos de inmediato a Edesal porque hay un problema eléctrico preexistente y hubo un cortocircuito, pero además, hay cables e instalaciones eléctricas que van por el piso en la mayoría de las aulas y los box y todo hizo corto”, agregó, por lo que además de mojados se quedaron a oscuras.
Cuando pasó la tormenta la mayoría de los chicos se marchó a sus hogares, pero hubo otros más solidarios que se quedaron a limpiar junto a sus profesores y a los directivos del instituto. “Nos quedamos hasta las ocho de la noche porque después no veíamos nada”, aclaró Sabrina.
Con paciencia pero sobre todo con mucho humor, un batallón de docentes, directivos, administrativos y ordenanzas, reactivaron los trabajos esta mañana a las nueve y algunas cosas volvieron a su lugar. De todas formas, los pisos quedaron húmedos, varios paneles de telgopor del cielo raso se desprendieron y otro tanto va por el mismo camino, y siguen sin luz. Hay muchos bancos mojados y los baños estaban llenos de hojas y mugre que trajo el agua.
Sin clases hasta el miércoles ni mesa de exámenes. Flavia Morales, rectora del IFDC, comentó esta mañana que la junta directiva decidió suspender las clases hasta el miércoles. Además, la semana de mesa de exámenes que comenzaba el lunes 22, fue pospuesta para el lunes 29.


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