Universidad de los Comechingones: laureles para el legislador equivocado

El martes temprano, el diputado nacional de la UCR José Riccardo disparó un mail a la prensa donde se arrogaba haber intercedido para que la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados incluyera en su dictamen la creación de la Universidad de los Comechingones. El comunicado llamó la atención, sobre todo porque Riccardo fue siempre un férreo opositor a la creación de nuevas universidades en el territorio provincial. Así lo manifestó primero cuando los senadores Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso impulsaron la creación de la universidad de Villa Mercedes. Y también cuestionó el proyecto para la futura casa de estudios que tendrá su sede en Merlo. Es cierto que la creación de la Universidad de los Comechingones estuvo a punto de quedarse afuera ya que no había sido incluido en el despacho final que también propone la creación de otras siete casas de estudios en Buenos Aires, Santa Fe y Misiones. Pero fueron los diputados nacionales de Compromiso Federal (Fernando Salino, Ivana Bianchi, Walter Aguilar y Berta Arenas) quienes hicieron las gestiones, asistieron a la reunión de la Comisión de Educación y le dieron el empujón que le faltaba al proyecto que anhela toda la región del Valle del Conlara y que también beneficiará a los pueblos cordobeses de traslasierra. Pero antes de esto, Rodríguez Saá y Negre de Alonso motorizaron el sí logrado en el Senado y posteriormente continuaron trabajando para que la iniciativa avanzara en la Cámara Baja.
El martes por la tarde, en una reunión plenaria de las comisiones de Educación y Presupuesto y Hacienda de Diputados, se le dio dictamen favorable al proyecto y disparó el festejo y aplausos de los legisladores de Compromiso Federal. Pero Riccardo no participó de la reunión (tampoco lo hizo ningún otro legislador de la UCR) a pesar de que en su comunicado apeló a destacar “todo el esfuerzo realizado por el ex rector de la UNSL”.
En el encuentro, el titular de la comisión de Presupuesto Roberto Feletti y la vicepresidente a cargo de Educación Stella Maris Leverberg tuvieron una silla vacía a su lado. Era precisamente la de Riccardo, quien se excusó de participar por cuestiones relativas a su bloque, aunque dejó claro que su voto era positivo. Pero, se sabe,  los votos de los ausentes no se cuentan. El comunicado de Riccardo intentó confundir la situación para que el ex rector pudiera sacar alguna "tajada". Pero los archivos lo condenan: siempre estuvo en contra del proyecto y ahora, en una actitud pícara, quiso quedarse con laureles que no le corresponden.