Incidentes en la Illia, un clásico de los fines de semana

Los fines de semana son fatales. Si ve el horario de los accidentes y los casos de lesiones, todos son entre las seis y las ocho, cuando salen del boliche”, dice el juez Correccional y Contravencional de San Luis, Marcelo Bustamante Marone. El epicentro de la mayoría de las intervenciones policiales en San Luis, viernes, sábados y domingos, es la avenida Illia. Allí, anteayer, dos jóvenes atacaron a otro a la salida de una discoteca y le fracturaron el antebrazo a golpes. Él les devolvió la gentileza con una navaja: hirió a ambos en el abdomen.
“Casi todas las causas que tenemos los fines de semana son consecuencia del consumo de alcohol, que se agrava en esos días”, diagnosticó el juez.
Su evaluación coincide con la del comisario Marcelo Sepúlveda, que asumió como jefe de la Comisaría 1ª hace poco más de una semana, pero ha participado antes como supervisor de los operativos que la Policía despliega entre el viernes y el domingo para tratar de contrarrestar los incidentes.
“A la salida de los boliches hay peleas, agresiones entre patotas, hacen disturbios, tiran piedras a vehículos y transeúntes. Gracias a Dios, los robos son pocos”, dice Sepúlveda.
El responsable de la seguridad en el centro de la capital dice que “viernes, sábados y domingos se concentra personal porque hacemos razias con efectivos de la comisaría, Jefatura Central, Tránsito, el Comando Radioeléctrico y los grupos especiales”.
A las once de la noche despliegan operativos de control en la jurisdicción de alguna comisaría de las afueras. Y a las cinco, todos los grupos se desplazan hacia el centro, “para recorrer en especial, las avenidas Illia y Lafinur y el barrio Cantisani”, ubicado al sur de la avenida Roca, “porque algunos jóvenes que viven en la zona sur salen de boliches y pubs y se van caminando, van rompiendo vidrios y dañando autos”, explicó.

"Trabajamos con las cámaras de seguridad en forma constante. Nos avisan dónde hay disturbios"

Horario que no se cumple
El trabajo de la Policía de lidiar con los alcoholizados se estira más de la cuenta porque “no respetan el horario de cierre de los boliches. Bajan la música a las cinco, pero son las siete y recién están saliendo. Controlamos de la puerta para afuera, pero de la puerta para adentro siguen. Hay que concientizar a la Municipalidad para que controle el horario de cierre”, dice el jefe de la 1ª.
“Si cumplieran con el horario, a las siete ya no habría nadie. Pero salen recién a esa hora y provocan a la gente que ya se está yendo a trabajar”, agregó.
El expendio de bebidas alcohólicas representa otro punto débil de la seguridad, los fines de semana, aseguran el comisario y el juez. “Hay que controlarlo y determinar la responsabilidad de cada dueño de los comercios y locales bailables”, dijo Bustamante Marone.