La tranquilidad parece recuperada en la ex escuela Nº 193 “Carolina Tobar García” de El Volcán a partir de que el Ministerio de Inclusión logró retomar el control del viejo edificio escolar donde continuarán alojadas cinco familias. Marcela Becerra, jefa del Plan Estratégico de Niñez y Adolescencia, sumó dos días de trabajo de contención con las 23 personas que seguirán viviendo allí hasta que logren resolver su problema habitacional. “Son 12 adultos y 11 niños y adolescentes los que encontramos. Pasaron la noche tranquilos y hubo una buena recepción hacia los tres integrantes del equipo que trabajamos con ellos”, confirmó la funcionaria. De esos mayores, 2 trabajan para la Municipalidad de El Volcán, otro integra el Plan de Inclusión, un hombre es oficial albañil y el resto no desempeña ninguna tarea remunerada.
El jueves funcionarios de Inclusión pudieron tomar el control del edificio.
Becerra aclaró que los chicos están escolarizados y dos de los adolescentes ya se inscribieron en el Plan de Inclusión Educativa para terminar la secundaria, junto a una mujer que vive con sus tres hijos. “Lo primero que relevamos fue su situación de salud y todos están en perfecto estado, no hay nadie con problemas graves. Y la única mujer embarazada cumple con los controles periódicos en el Hospital de Juana Koslay”, detalló.
Dijo que tienen los servicios básicos como agua potable, sanitarios y energía eléctrica, “aunque no es un lugar preparado para que viva gente. Está ordenado, cuidado y limpio. De cualquier manera no hay fechas para que ellos accedan a una vivienda o puedan incorporarse a alguna tarea laboral, porque la prioridad ahora es la contención”.
Esta aclaración la realizó porque los inquilinos declararon a El Diario que el ministro Tula Barale les había dicho que “en un mes debían abandonar el lugar”. Durante la tensa jornada del jueves, cuando las familias alojadas en la ex escuela junto al ex coordinador Marcos Droboti realizaron una “toma pacífica”, El Diario pudo ingresar al edificio y conversar con ellos. María Burgos, que es la encargada de cobrar el estacionamiento para la Municipalidad de El Volcán, dijo que vive con su hijo, la pareja de él y el hijo de ambos, que tiene 4 años. “A mí Marcos me permitió quedarme porque lamentablemente no tengo dónde vivir. Yo soy la encargada de cobrarle 10 pesos a los autos y 5 a las motos que estacionan en la vereda de la escuela y en La Hoya. Les entrego un ticket y después le rindo la recaudación al intendente Mocdese”, contó.
Silvia Garro, la mujer embarazada, comentó que vive en una de las aulas con sus tres hijos. Dijo que estuvo reunida con el ministro de Inclusión el miércoles y que él le explicó que iban a hacer el mismo convenio que realizaron con la gente que vivía en la ex Cerámica San José, de la capital puntana. “Yo fui convencida de que nos iban a dar una casa en algún barrio, y sabés qué me dio: un mes para irme y conseguirme un alquiler. No me habló de ningún barrio, ni de trabajo. Y también me aclaró que él no tenía problemas en sacarme las cosas afuera”.
Carlos Miguel Carrizo hace un año que vive ahí con su esposa y su hijo. Espera por un trasplante de córnea porque según dijo, de un ojo ya no ve nada y del otro está perdiendo la vista. "Ahora quiero viajar a Buenos Aires para poder operarme allá porque acá me dicen que no se puede”. Y contó que alquilaba junto con su madre a través de una inmobiliaria.


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