La comparsita

El semillero de los sambistas puntanos funciona en una esquina donde chicas y chicos de toda la ciudad aprenden los movimientos que los llevarán al sambódromo de Potrero de los Funes. Los miércoles y viernes unos 50 pequeños bailarines alimentan su sueño de pertenecer a una formación carnavalesca.
Las clases empezaron a principios de este mes y los organizadores esperan que en los próximos meses se sumen nuevos integrantes. La intención es llegar a los 250 para igualar la marca del año pasado.
Si bien la escuela transita lo que se considera la primera etapa de las clases, no será muy difícil alcanzar la meta. Los chicos -de entre 3 y 12 años- pueden inscribirse en cualquier momento en el edificio de Lalo y Cía., en Constitución y 9 de Julio. Las clases son de 17 a 18:30.
Con notoria mayoría femenina, la escuela tendrá una de sus primeras salidas mañana en el ensayo general que se hará en Monumento al Pueblo Puntano de la Independencia.
“Todas las áreas de la escuela trabajan en la optimización de la logística, en la previa del Carnaval. Todos los talleres estarán presentes, pero la atención estará centrada en los chicos de la Escuela de Samba Infantil", dijo Bettina Tarquina, la jefa del programa Sierras del Carnaval.
El año pasado la escuela de samba se desarrolló con talleres similares y la participación se limitó a la primera noche, una frecuencia que se repetirá en el desfile de este año.
Las clases son dictadas por profesores de samba que vinieron de Brasil especialmente y que en las favelas cariocas se dedican a formar chicos para las comparsas y a descubrir a los que suman talento. A ellos se agregan algunas bailarinas puntanas que aportan su experiencia y otro docente que se dedica exclusivamente a la minibatería.
“El objetivo de estos talleres es trasladar la experiencia del carnaval a los más chicos y así comenzar a trabajar en lo que consideramos son el futuro inmediato del festejo", declaró la ministra Liliana Bartolucci.
Así como el año pasado el plan de turismo fue el tema central de la fiesta (a la escuela infantil le tocó representar a las sierras centrales), este año el tema girará sobre la actitud saludable.
"Hay mucha gente detrás del carnaval, además de las costureras que hacen los trajes y los profesores; hay personal de cinco ministerios involucrados", dijo Juan José Civalero, uno de los funcionarios a cargo de la planificación.
"El mensaje -continuó- es que hay que cuidar la salud, realizar actividades físicas, aprovechar los kioscos y las plazas saludables, prevenir los accidentes y trabajar para tener un medio ambiente sustentable".
Producto de ese trabajo es que, por ejemplo, los trajes de los chicos están muy avanzados en base a esas consignas.