Comisario Sergio Sosa: "Lo encontramos subido a un andamio y abrazado al ataúd que había sacado de su lugar”
El silencio y la tranquilidad habitual del Cementerio Municipal fueron alterados el miércoles por la tarde: un hombre que había sepultado a su prima hermana volvió unas horas después, presuntamente en estado de ebriedad, insultó a los empleados del lugar y profanó el nicho donde descansaba su familiar. Tuvo que intervenir la Policía, evacuar al resto de los visitantes e interrumpir otro sepelio que se desarrollaba en el mismo sector.
Las escenas de dolor y consternación suelen ser parte de lo que habitualmente observa el personal del Cementerio Municipal “San José”, pero lo que sucedió anteayer fue inédito. “Nunca había pasado algo así, este hombre ingresó alterado, como fuera de sí, insultó al empleado administrativo y se dirigió al sector de los nichos donde unas horas antes habían colocado los restos de su prima; y justo al lado del lugar donde estaba todo listo para recibir los restos de una pequeña que había fallecido en Mendoza”, expresó, aún con asombro, Guillermo Ávalos, jefe del Programa Cementerio en la ciudad.
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