Tres alternativas de cultivos rentables

En un predio ubicado a sólo 6 kilómetros al este de Fraga, en plena autopista de las Serranías Puntanas, el Ministerio del Campo desarrolla un ensayo con tres variedades de cultivos alternativos: el girasol confitero —una especie que gana adeptos por su atractivo precio de mercado y su mayor resistencia a daños por pájaros—, la arveja y el garbanzo. Las primeras conclusiones a las que llegaron los técnicos tras una recorrida por los lotes es que son especies con buena adaptabilidad a las condiciones agroclimáticas de la región y con excelentes proyecciones, tanto desde el punto de vista sanitario como por la posibilidad del agregado en valor dentro de San Luis.

Maíz y poroto negro: Luego de esta provechosa experiencia, el Ministerio del Campo va a seguir experimentando en 2015. Lo hará con distintas variedades de maíz pisingallo y poroto negro. Siempre pensando en el productor.

“Hace más de un año que tuvimos la idea de sacarle provecho a este predio estratégicamente ubicado. Primero pensamos en destinarlo a muestras agrícolas, pero finalmente, teniendo en cuenta las consultas que surgieron en el último foro de la agroindustria, decidimos probar allí algunos cultivos no tradicionales”, contó el jefe del Subprograma Producción Agrícola, Carlos Larusse.

En primer lugar tuvieron que cerrar y acondicionar el terreno, a través de la siembra directa, con el objetivo de estabilizar el suelo y acumular humedad. “Si bien la zona está dentro de la isohieta de 600 milímetros anuales, primero había que trabajarla con las técnicas adecuadas”, expresó el funcionario. 

Esta primera fase del ensayo consistió en analizar distintas alternativas de fecha de siembra, ajustes de los ciclos, densidades, logro de plantas, control de plagas y malezas, respuesta a la fertilización y otras cuestiones relacionadas al ciclo fenológico, para lo cual eligieron, en girasol, las variedades confitero, NTC 418 y Percheron; en arveja la variedad Facón; y en garbanzo, se inclinaron por  Norteño, Chañarito y Mexicano.

“San Luis necesita de alternativas de producción debido al ajustado margen de ganancia de los cultivos tradicionales y ve a su entender que esta zona es prometedora, sobre todo para el caso del girasol confitero. En lo que respecta a las leguminosas como la arveja, el garbanzo y el poroto, los cultivos más exitosos se dan en la zona de riego al norte de la provincia”, manifestó el ingeniero agrónomo y encargado de los ensayos, Fernando Orecchia.

Otra de las ventajas de estos cultivos, frente a los tradicionales, es que requieren para su desarrollo menor cantidad de agua. El cultivo de arveja, por ejemplo, a diferencia de las demandantes gramíneas de invierno, consume entre  250 y 300 milímetros de agua útil, con eficiencias de uso de entre 10 y 12 kilos de grano por cada milímetro de agua consumida; esto implica que deja en el perfil del suelo un remanente de agua que es bien aprovechado por los cultivos de verano posteriores (soja o maíz de segunda).

Esta característica, junto al hecho de que libera el lote entre 15 y 20 días antes que el trigo, la convierten en una alternativa sobresaliente y con una amplia aceptación en las áreas bajo riego de San Luis. El desafío ahora es evaluar su desempeño en zonas de secano.

En el plano comercial, el ingeniero señaló que Argentina ha logrado en estos últimos años posicionarse como proveedor de cultivos “especialities”, como la arveja, el garbanzo y el poroto negro, a nivel mundial, con importantes volúmenes de exportación.

Para observar la evolución de los cultivos y sus resultados, el 19 de diciembre a las 18, un grupo de técnicos y productores, entre quienes se encontraba Orecchia, visitaron el predio y monitorearon las variedades ensayadas. Con un total de 127,5 milímetros aportados por las lluvias en un plazo de sesenta días (del 12 de octubre al 12 de diciembre), y nulas precipitaciones durante los meses previos de julio, agosto y setiembre, los cultivos no llegaron a alcanzar su más alto grado de expresión. Sin embargo, las primeras conclusiones dejan entrever el potencial de estas variedades en la zona. 

Girasol confitero

Orecchia señaló que, en general, las plantas exhiben un muy buen estado sanitario y un correcto crecimiento y desarrollo, apreciable a primera vista  en la prolija sucesión de amarillentas y erguidas cabezuelas. "Como situaciones particulares sólo podemos mencionar sectores con pérdidas de plantas, que coinciden con ruedas de gramilla o cebollín, y plantas de menor crecimiento que responden a variaciones en las condiciones del suelo", detalló el técnico.

Arveja

En este cultivo, el stand de plantas logrado y el desarrollo es algo más uniforme y sólo se ve alterado por pérdida de plantas en ruedas densas de cebollín.

"Las plantas han iniciado la floración con un escaso desarrollo vegetativo, posiblemente debido a las condiciones de alta temperatura de los últimos días, lo que acelera los procesos, acortando el ciclo y afectando la carga final de vainas y granos", conjeturó Orecchia, quien señaló que las mismas condiciones de altas temperaturas y viento generaron escaldaduras y quemaron el borde de hojas tiernas.

La fecha de siembra fue el 12 de octubre, con una buena emergencia, que luego se vio afectada por la falta de precipitaciones, al igual que el posterior desarrollo de la masa foliar. En este momento, el cultivo atraviesa el estado de llenado de vainas.

Larusse señaló que el año pasado el producto experimentó una fuerte suba y llegó a valer 1.000 dólares la tonelada.

Garbanzo

El cultivo presenta poco desarrollo de masa foliar pero tiene, en cambio, un muy buen desarrollo radicular. "En este momento sólo hay flores en plantas aisladas. Esperamos que con la llegada de nuevas precipitaciones las plantas desarrollen una mayor masa vegetativa", confió Orecchia. Las condiciones fueron las mismas que para la arveja: siembra el 12 de octubre, falta de lluvias y cierta afectación en el posterior desarrollo de la masa foliar. El cultivo se encuentra actualmente en estado de inicio de floración.

De acuerdo a su desarrollo actual, los técnicos pronostican que obtendrán un garbanzo de entre 600 y 700 kilos por hectárea, pero para que sea rentable y cubra los costos el cultivo debería arrojar alrededor de 1.600 kilos por hectárea.

Larusse contó que el mes pasado estuvieron en un campo de Unión, en relación al proyecto de forrajeras que promueve la Fisal, y observaron un muy buen garbanzo sembrado en mayo. "Aunque se trata de una zona seca y fría obtuvieron buenos resultados, ya que durante el invierno no registraron daños por heladas severas", señaló el funcionario, quien recordó que este cultivo no tolera temperaturas inferiores a los cuatro grados bajo cero.

"Aunque tiene la posibilidad de rebrotar después de una helada, necesita una readecuación y el ciclo de maduración queda muy corto, por lo que pierde masa foliar, número de flores, densidad de semillas y de vaina, y caen los rendimientos", agregó.

De este lado del mapa, uno de los principales productores de garbanzo es Brasil, así que cuando este país vecino tiene una mala cosecha el precio del producto en el mercado pega un salto importante.

Orecchia también recordó las posibilidades de comercialización con valor agregado de estos productos dentro de San Luis, ya que la provincia cuenta con una planta de acondicionamiento y envasado de gran capacidad en el corredor Quines–Candelaria, donde a partir de marzo de 2015 comenzará a funcionar una procesadora y empaquetadora de legumbres, cuya planta tiene una capacidad de procesamiento de seis toneladas por hora, en un circuito que abarca la recepción de la materia prima, la clasificación por tamaño y color y el empaquetado final para el mercado interno y externo en paquetes de cinco kilos cada uno.

"Si nosotros no promocionamos y alentamos esta producción, van a terminar por comprarla en Cruz del Eje, donde ya se produce en cantidad", dijo. 

Además, la cartera del Campo adelantó que para el próximo año realizarán ensayos con variedades de maíz pisingallo y poroto negro. "En maíz hay una gran oferta y múltiples variedades comerciales que los productores compran sin saber bien cómo se comportarán en estas tierras, así que tenemos pensado realizar ensayos experimentales", dijo Larusse.

Aunque aclaró que "no es nuestro interés meternos a decidir sobre marcas comerciales, pero sí trabajar en experiencias con maíces tempranos y tardíos, sobre todo en secano. No nos encaprichamos con ningún cultivo en particular, solo queremos trabajar junto a productores que tengan experiencia en estas variedades".

Una cosa es cierta: en esta época donde la soja y el maíz exhiben márgenes de ganancia muy ajustados, la inversión en cultivos no tradicionales en la provincia, ya sea por sus precios de mercado o por las posibilidades de agregado en valor, puede resultan en una alternativa provechosa y rentable.