Atacados por un sentimiento de ira, un grupo de vecinos del barrio porteño de Flores destruyó un automóvil que estaba estacionado en la calle con la alarma activada. El ataque fue por el intolerable sonido del dispositivo antirrobo, que permaneció activado durante 36 horas, sin que el dueño del vehículo lo apagara.
El coche permaneció durante un día y medio aparcado frente a una escuela ubicada sobre la calle Lautaro al 10. Finalmente, una grúa de la Policía Federal lo retiró este jueves por la mañana, luego de sufrir los daños.
“'El auto estaba acá desde el martes, lo cual hacía complicado dar clases”, manifestó Jorge, rector del establecimiento educativo, en declaraciones a prensa, aunque aclaró que nunca suspendieron la cursada.
Los vecinos indicaron que llamaron a la Policía, al CGP y al 103 pero nunca tuvieron una respuesta satisfactoria y reaccionaron rompiendo el parabrisas delantero.
Finalmente, la alarma del Chevrolet gris metálico de patente IPQ 578 dejó de sonar al quedarse sin batería.
Más Noticias