Las elecciones municipales de San Luis no dejaron dudas sobre quién fue el ganador. Pero la Intendencia hizo una lectura distinta del escrutinio definitivo del que había hecho el Tribunal Electoral en el provisorio. Eso, de acuerdo a su interpretación, modificó los porcentajes. Según el secretario de Asuntos Electorales Ignacio Campos, Enrique Ponce alcanzó el 50,48 por ciento de los votos, un 1,53 más de lo que figuraba el domingo en la página oficial de la votación.
Para Campos, la brecha con el segundo, Gastón Hissa, también sería mayor: pasó de 13,69 por ciento a 14,11. En la Comuna entendieron que hubo un error “voluntario o involuntario” al considerar como afirmativos los votos en blanco y tomarlos en cuenta al momento de dividir entre los candidatos.
Sin embargo, en el Tribunal no quisieron polemizar. Como toda autoridad electoral, en el acta del escrutinio definitivo sólo pusieron los números absolutos, nada de porcentajes. “Cada uno hace la interpretación que quiere”, dijeron en el cuerpo para evitar todo tipo de chispazo. Y es bien válida la apreciación porque la Nación y la Provincia utilizan criterios opuestos en el conteo: la Provincia no toma en cuenta los votos en blanco, nulos, recurridos o impugnados; en cambio, la Nación sí los computa.
Al margen de esas diferencias, una fuente del Tribunal destacó las bondades que mostró en su debut la Boleta Única Electrónica. A las 18:20 llegó al Centro de Cómputos la primera mesa escrutada, a las 19 ya había más del 50 por ciento y a las 19:45 ingresó el resultado de la última mesa. “Ya habíamos notado esas ventajas en la elección de Ciudad de Buenos Aires, pero no sabíamos si también se iban a reflejar acá”, admitió.
Aún es prematuro conocer si el sistema llegó para quedarse. Lo que sí hay certezas es que todo el papel utilizado en los comicios será donado al Garrahan y que el lunes 23, los electos (intendente y concejales) tendrán su acto en el que recibirán su correspondiente diploma por haber sido consagrados por el voto popular.
A las horas de los festejos, el edificio municipal se convirtió en el búnker kirchnerista. Y si bien la celebración se concentró en la calle, el despacho privado del intendente fue el espacio de celebración elegido por la familia Ponce y los principales dirigentes provinciales del Frente para la Victoria.
La sucesión de abrazos y caras sonrientes en el selecto primer piso no sólo se vio en esos dos sectores. Entre ellos se mezclaron integrantes de la conducción de la Asociación Titulares de Taxis, con Jorge Fernández a la cabeza, el publicista Fernando Becerra Batán y el empresario del espectáculo Diego Sosa, quien trae los principales números artísticos a la provincia, es gerente comercial de Carolina Cable Color y TVC puntana (emisoras que coparon la Municipalidad) y que tuvo intenciones de ser candidato a diputado nacional dentro de ese amplio espacio, pero que finalmente se esfumaron cuando la Casa Rosada bendijo una sola lista previo a las PASO y se quedó con las ganas de hacer su estreno en las urnas.


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