En vez de comprar chalecos antibalas, comprarán un sistema de comunicación

A simple vista, la ministra de Seguridad Nancy Sosa parece tener prioridades muy distintas a las de la mayoría de los integrantes de la Policía y el esquema de seguridad bajo su responsabilidad.

Mientras aumentan las quejas por la falta de equipamiento adecuado —como chalecos antibalas, proyectiles y vehículos todo terreno—, la excustodia del gobernador Claudio Poggi en vez de ocuparse en darle solución inmediata a estas cuestiones, parece concentrarse en otros temas, como si viviera en un “mundo del revés” o, peor aún, en un “mundo de despilfarro”.

El lunes abrió la semana con una conferencia de prensa en la que anunció la compra de un sistema de comunicación por mil ochocientos millones de pesos ($1.800.000.000). Si bien la comunicación es clave, en este momento no es la prioridad, porque la Policía ya cuenta con equipos suficientes, más lo que aportan las nuevas tecnologías.

Entre las necesidades urgentes que deben atenderse de inmediato para proteger a los efectivos en el ejercicio de su labor está la adquisición de chalecos antibalas para que todos los agentes puedan acceder a este elemento de protección de forma permanente.

Actualmente, muchos chalecos no se usan porque están vencidos (su vida útil es de cinco años) y no han sido reemplazados. Se calcula que unos 2.500 chalecos están fuera de uso, lo que obliga a algunos agentes a trabajar sin esta protección esencial. Por eso en las comisarías es común ver cómo, en los cambios de guardia, un agente le pasa el chaleco a otro sin la correspondiente higienización; o como en ciertos puntos de reunión, los efectivos intercambian equipamiento entre patrullas. Habitualmente lo hacen en las plazas.

Un caso emblemático

La falta de chalecos quedó en evidencia con el trágico episodio ocurrido a mediados de septiembre en Cortaderas, donde un asalto culminó con el asesinato del oficial principal Renato Mauricio Fuentes, quien en ese momento no llevaba puesto el chaleco antibalas.

Despilfarro para ocultar

Nancy Sosa, acompañada por el subdirector de Recursos Humanos, Carlos Barroso, y el director de Tecnología en Seguridad, Alejandro Salomón, explicaron la reciente adquisición del Sistema de Comunicación de Emisión Crítica (TETRA), que incluye handys para los patrulleros.

Este sistema, sin embargo, parece orientado a limitar la transparencia y el acceso a información sobre la creciente inseguridad.

La inversión de $1.800 millones, mientras otras prioridades quedan desatendidas, es un claro reflejo de la improvisación que caracteriza a esta gestión.

Apenas asumieron en Terrazas del Portezuelo, Poggi y Sosa despidieron sin justificación a 70 policías que podrían haber cubierto vacantes en distintas dependencias. Además, suspendieron el ingreso a la academia “Juan Pascual Pringles” y compraron vehículos que solo sirven para circular en la ciudad, pero que no son aptos para el terreno irregular, a diferencia de las adquisiciones de gestiones anteriores. Los cascos de los motociclistas, por otro lado, son comunes y no ofrecen la protección balística necesaria.

A estos problemas se suma la precarización salarial que afecta a toda la Policía y al Servicio Penitenciario, generando aún más descontento entre los agentes.

“Tras la muerte de Renato Fuentes las autoridades ministeriales deberían tener otra actitud. Los chalecos son una prioridad porque es cuidar la vida de los efectivos y está por encima de un equipo de comunicación". Esta es la visión, cargada de preocupación, de un experimentado integrante de la Policía.

Posiblemente haya reacción del Ministerio de Seguridad que diga que "comprarán chalecos", pero gastar mil ochocientos millones en un sistema de comunicación parece, al menos, un despropósito.

Lo que alcanza con $1.800 millones: 

Con los $1.800 millones que el Ministerio de Seguridad destinará a comprar un sistema de comunicación, puede vestir tranquilamente a todo el personal de la Policía de San Luis y del Servicio Penitenciario. Puede optar por:

-12.870 chalecos tácticos. Cada uno a 140.000 pesos.

-13533 borcegos tácticos. Cada uno a 132.999 pesos.

-37.187 pantalones elastizados tácticos. Cada uno a 48.403 pesos.

-31.634 pantalones tácticos. Cada uno a 56.900 pesos.

-29.999 camisas manga larga. Cada una a 60.014 pesos.

Por supuesto, ante una compra mayorista la gente del área compras del ministerio puede conseguir un mejor precio.