Vientres para multiplicar el negocio

El remate de cabaña Don Eloy se caracterizó por el interés de los productores por hacer crecer sus rodeos. No era difícil la elección, salieron a la venta hembras de la mejor genética, ideales para reproducción, por lo que poco después de las 14 el martillo de Miguel Talano, de Ganadera del Sur, comenzó a bajar con presteza y celeridad. No quedó nada en los corrales
Ya desde el asado que habitualmente los recibe se percibía un clima de optimismo. Hubo muchas charlas de los apasionados del ganado que llegaron para ver lo que Eloy Guerrero tenía para ofrecerles.  El sol calentaba más que en los últimos días, pero en realidad estaba más acorde a finales de octubre. Es bajo el sol donde los pelajes brillantes, que dan cuenta de la sanidad de los animales, se lucen ante la platea. 

Se vendieron 256 hembras. 100 de ellas con cría al pie y 23 preñadas. El resto de vaquillonas de 20 y 15 meses listas para entrar en servicio. Todas con la genética Don Eloy.

Hubo una presentación más larga de lo habitual, con agradecimientos y regalos para aquellos que accedieron a la genética que ofrecía Don Eloy. Guerrero fue quien rompió el hielo. “Estábamos preocupados porque la fecha prevista era difícil. No sabíamos en donde nos podía encontrar este día, pero debo decir que estoy feliz. Ahora tenemos más ganas que nunca por que el sector se ha despertado para no volverse a dormir”.
Afirmó que no pretenden nada más de lo que merecen por una vida dedicada al trabajo. “Esperamos que en la nueva etapa que se avecina no seamos más que nadie, pero tampoco menos que nadie”. A punto de comenzar la subasta, y con bastante ansiedad por lo que se venía,  el sol pegaba fuerte en la siesta puntana. Tras el anuncio de las facilidades de pago, largó una subasta que estuvo animada de principio a fin. 
“Estamos muy contentos de acompañar a Eloy en este segundo remate, porque estamos con él desde sus primeros pasos. Sabemos de la responsabilidad con la que trabaja a lo largo del año y eso se refleja en sus animales. Hoy le vendemos a ustedes el respaldo de terneros con una muy buena genética”, dijo Musa Abdallah, de la rematadora.
Cabaña Las Lilas acompañó en la jornada a Eloy Guerrero. Presentó una variedad de reproductores, entre los que se encontraron toros Polled Hereford, Aberdeen Angus negros y colorados.  El precio más alto de la categoría fue para un Polled Hereford de alrededor de 700 kilos, que se subastó por 50.000 pesos. El comprador fue Juan Risma, quien al finalizar el encuentro ganó, producto del azar, millas Lan Pass que Ganadera del Sur tenía para sortear entre los compradores de rodeo.
Luego, los Aberdeen Angus captaron la atención de todos los productores. Los dos primeros, de un negro intenso, fueron comprados por los hermanos Belgrano Rawson. Después aparecieron tres colorados que fueron adquiridos por la productora mendocina Teresa Dufau. “Vinimos a vender invernada, pero nos tentamos con estos reproductores de buena genética y a un precio regalado”, dijo la mujer, quien con su basto conocimiento de ganadería entendió que valía la pena invertir en los toros.
Las vacas preñadas abrieron el corral de cabaña Don Eloy, le siguieron vaquillonas para entorar de 15 y 20 meses. Se vendieron un total de 133 animales de ambas categorías. Los compradores recibieron regalos por la compra, entre los que estaban 120.000 millas LanPass.
Todos coincidieron en que los precios estaban muy accesibles “y más tratándose de la genética que vemos en esta pista”, dijo Alberto Belgrano Rawson a la Revista El Campo.

La genética Don Eloy
Ubicada entre Villa Mercedes y San Luis, a la altura de Liborio Luna, Don Eloy hace años trabaja en la mejora de su rodeo. El asesor genético de Guerrero, Claudio Fioretti, ya venía 'dulce' por lo que habían vendido el pasado 29 de octubre.
"Salieron varias categorías, entre las que se lucieron los terneros hijos de Olvido, de Safari y de Francisco, que son  toros de punta en la raza. También, vacas paridas de A punto y de Montecristo, que han dado cría con muy buena pigmentación. Muchos de los cuales provienen del semen de  Tío Rico”, dijo Fioretti. 
Además, el especialista de cabaña Don Eloy destacó las características del ganado. “Desde el punto de vista técnico tres ejes son importantes para destacar. El volumen en la cantidad de vientres que se pusieron a la venta es muy importante.  Más de 200 hembras de distintas categorías se lucieron en San Luis Feria. Vaquillonas para entorar, terneras, preñadas, entre otros, marcan para nuestros compradores una gran variedad. Es digno de resaltar que todo es marca y señal líquida es decir, toda genética de la misma cabaña, de Don Eloy".
“Eloy Guerrero hace tiempo que viene trabajando con un excelentísimo nivel, contacta cabañas en donde invierte un muy buen dinero para la compra de sus reproductores, lo que asegura una genética de calidad, aunque a veces el servicio sea natural y no de inseminación”. 
El tercer eje, al que se refirió el genetista del rodeo es el medio ambiente donde las hembras se crían. “No nos olvidemos que se trata de animales nacidos y criados en San Luis, lo que asegura la rusticidad y la adaptación a la zona para todos aquellos que quieran continuar con la producción. También cuentan con una sanidad impecable”.
Guerrero, trabaja el circuito completo. En Liborio Luna tiene feedlot, lo que le permite completar toda la cadena de producción vacuna, tiene bien amalgamado el proceso de cría y el de producción de carne vacuna. "En caso de existir algún animal que no cumpla los requisitos genéticos, pasa directamente al feedlot para engordar y faenar", expresó  el asesor genético de la cabaña, garantizando que lo que se vende está previamente testeado.

Dos años como protagonista
La cabaña tiene 40 años de trayectoria. Su padre comenzó con el trabajo ganadero y hoy en día sus hijos se hacen cargo de la tarea que su progenitor les dejó como herencia. El campo que está al oeste de la provincia tiene 24 mil hectáreas y se encuentra ubicado en los alrededores de Chosmes. Allí los animales se crían a campo, dándole la singularidad de la genética ganadera que posee en general todo San Luis.
El trabajo final se completa en 2.800 hectáreas que la familia Guerrero tiene entre Alzogaray y Liborio Luna. Entre verdeos de invierno, el rodeo es seguido de cerca. Tras algunos tratamientos se preparan animales ya sea para pasar a engorde o para ser vendidos en las subastas que hace dos años empezó a organizar la cabaña por su cuenta, ya que antes participaba como invitado en el remate de Las Lilas.
El crecimiento del rodeo y la calidad de la hacienda lo animó a ser el anfitrión de sus propias subastas. El año pasado aprovechó el encuentro para ayudar a otros. La Revista el Campo pudo, meses atrás, ser testigo del uso provechoso que se le dio al dinero allí recaudado gracias a la generosidad de Eloy, que donó todo a una escuela.
Este año, con una contribución mínima, los jóvenes del Ateneo de la Rural recaudaron dinero que también se usará  con fines benéficos. La flamante presidenta de la movida joven, Karen Petersen, dijo que “aún no sabemos qué escuela rural será la beneficiada, pero trabajamos en eso”.
Ya finalizando el encuentro, que seguramente volverá el próximo año, los invitados pudieron disfrutar de delicias caseras que fueron acompañadas por bebidas dulces, para que todos volvieran a casa más que conformes.