En Villa Mercedes, los animales siempre han tenido un lugar preponderante en la historia mundana. Tal es así, que hasta la canción emblema, la cueca Calle Angosta, le rinde homenaje a los perros en la estrofa “si me habrán ladrau los chocos”. Y, parece que en el aniversario número 159, los canes quisieron estar presentes.
Transcurría con normalidad el acto previsto por la mañana en plaza Lafinur, cuando un perro símil pastor alemán, se sentó cómodamente sobre el frente del escenario, a metros de los abanderados escolares. Si bien el perro policía dormitaba plácidamente, apareció de la nada un empleado municipal quien, correa en mano tomó al animal de las orejas para levantarlo en sus brazos. El perro reaccionó de la peor manera y sus ladridos, por casi medio minuto, captaron la atención de todos los presentes. La situación incomodó a los chicos que sostenían desde temprano las banderas y estandartes y las propias autoridades municipales se incomodaron por la situación.
A los pocos minutos, otro perro deambulaba la zona y el empleado municipal utilizó el mismo sistema de captación, esta vez sin tanto espamento. Como si esto fuera poco, a minutos de terminar, se volvió a repetir la situación, aunque ahora sí, el intrépido empleado fue persuadido por funcionarios para que dejara el visitante en libertad de acción.
Desde el propio intendente hasta los invitados quedaron acongojados por la situación. “Los perros son parte de nuestra historia. Han estado en todos los actos y tienen que seguir estando. Son parte de nuestra idiosincrasia” expresaba una autoridad mercedina.
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